jueves, 5 de junio de 2014

La reforma de la Constitución

Las razones históricas que justificaron, y acaso todavía justifiquen, la existencia de la monarquía parlamentaria en España no durarán siempre y yo espero que llegue el día en que haya una mayoría suficiente de españoles que estén en contra de la monarquía y a favor de la república, aunque yo no sé porque la única alternativa tiene que ser ésta. ¿Tiene que haber un presidente y un primer ministro? ¿No basta acaso con que haya un presidente, como en Estados Unidos y en tantos otros países? Yo me apunto a este segundo modelo. En cualquier caso, si ha de haber un jefe de Estado y un presidente de Gobierno, tanto como es electo el segundo tiene que serlo el primero: ¿dónde se vio que un alcalde, por ejemplo, ha de ser el hijo del último en ocupar tal puesto y no el que los ciudadanos elijan libremente? Espero que, llegado el momento más oportuno, surjan iniciativas parlamentarias que insten a una reforma de la Constitución a este respecto. No va a ser fácil porque, según lo regulado por esta misma en su artículo 168 (“1 Cuando se propusiere [...] una [revisión] parcial que afecte [...] al Título II [De la corona], se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes. 2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras. 3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación”), la monarquía queda bastante blindada.
Con este tema de todos modos no soy demasiado purista y sí pragmático. Y tampoco creo que sea ahora un problema principal. Hay otros que lo son mucho más y que ya nos los sabemos todos: el paro, la credibilidad de las instituciones, la corrupción, el proceso soberanista catalán, la situación de la educación, el fortalecimiento de una democracia más participativa para que la representativa sea más creíble, etc.
Añado como punto final que Felipe y Letizia me caen muy bien y espero que reinen lo mejor que puedan y sepan, para bien de todos.

miércoles, 4 de junio de 2014

Los secretos del inconsciente

El asunto tenía todas las trazas de poder ser explicado sólo sobre un diván freudiano. Porque, vamos a ver, ¿a qué se debía que fuera tan susceptible con respecto a ella, el verse, tantas veces, soliviantado por sus palabras, cuando éstas no portaban ninguna agresión? Una buena prospección en su inconsciente, ¿encontraría alguna respuesta a esto? Sus reacciones airadas, ¿eran su manera de protestar contra el gran ascendiente afectivo que ella tenía sobre él? Y aun si esto fuera cierto, quedaría por explicar en qué consistía esta autoridad emocional. Había además otro dato, en el que reparó muy tardíamente: ¿no se parecían a ella las mujeres que más le gustaban? De todos modos, le parecía que se movía sobre hipótesis que sólo una “gran revelación” de su inconsciente podría resolver.

martes, 3 de junio de 2014

Batería política

¿Son los líderes políticos los que deben encabezar los proyectos que ilusionen a los ciudadanos? ¿Hasta qué punto depende de ellos la cohesión de una sociedad? ¿Una desilusión política acarrea inevitablemente una desilusión social y moral? ¿Qué cuota de liderazgo les corresponde a los representantes políticos y cuál es exactamente su tipo dentro de lo que podríamos denominar “el liderazgo de una sociedad”? En tanto no fallen los líderes de otros ámbitos, ¿cuánto importa que fallen los del ámbito político? ¿Se espera de los políticos demasiado y por ello equivocadamente? ¿En qué medida son ellos mismos los responsables de esta “equívoca demasía”? ¿Qué errores les imputamos injustamente, que culpas cargamos sobre ellos, cual chivos expiatorios, sin que en realidad las tengan? ¿Una sociedad fuerte no es aquélla que no se deja quebrar aunque quiebre la clase política?

lunes, 2 de junio de 2014

Los que lo hacen bien

Los que lo hacen bien: políticos de altura: ¿no sería éste un buen título para un libro que nos devolviese la confianza en los políticos? Porque haberlos haylos, buenos políticos, y alguien tendría que decirnos quiénes son, dónde están, qué cosas hacen y cómo las hacen. Y no creo que se trate de una aguja sino de muchas agujas en un pajar. Pero nadie los hace visibles y así nos quedamos sin el necesario contrapeso frente a los malos políticos. Porque no debe ocurrir que éstos infamen a los buenos.

sábado, 31 de mayo de 2014

Otra hornada que se va

Contemplo con emoción a los alumnos que, tras terminar 2º de bachillerato, pasan por secretaría para matricularse en la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Terminan una etapa y empiezan otra; atrás queda el instituto y delante la universidad; atrás familia y delante residencia o piso. A pesar de haber vivido yo también este tránsito no soy capaz de ponerme en su piel. Recuerdo sólo a medias cómo era yo en aquel entonces, qué sentía, qué quería, qué esperaba. El hecho de que fuese a estudiar teología en la Universidad Pontificia de Salamanca no marcaba para mí ningún camino totalmente claro. Tendría que ir viendo, viéndome. El primer trimestre lo pasé fatal: la salida del nido materno me pesó hondamente. Poco a poco las cosas se fueron después componiendo. ¡Pero qué lejos queda ya todo esto! Y nada añoro pues no soy yo ser de nostalgias.

jueves, 29 de mayo de 2014

Satanás: una canción, una película, un teólogo

Podemos empezar a ras de suelo, con la vena cómica de la canción “El chivo”, escrita por Luis Mendo y Bernardo Fuster y cantada por Ana Belén, en la que Satán, “harto de ser despreciado por todos”, dice: “¡Señores, presento mi dimisión! ¡Aquí está mi cargo de Ángel Caído! Me quedó a vivir en un rincón del Parque del Retiro”. Damos ahora un paso de gigante para aterrizar en la película Las páginas del libro de Satán, de Carl Theodor Dreyer, en las que nos encontramos con un ángel de las tinieblas que se entristece cada vez que triunfa en su labor tentadora. Así, tras conquistar el alma de Judas y una vez que éste entrega con un beso a Jesús en el huerto de los olivos, se dice de Satán que “veía con tristeza el éxito de su obra malvada. Y su pena era aún más profunda al haber entregado al hijo de Dios a los verdugos de los hombres”. El salto definitivo nos deja en las manos de Hans Urs von Balthasar que reflexionó en alguno de sus últimos libros sobre la posibilidad de una redención del ángel caído. Es una pena que no pueda citar en este caso ningún texto porque no he leído este libro -ni siquiera sé cuál es- del genial teólogo suizo. El tema, en cualquier caso, queda trazado: ¿un Satán que dimite, un Satán apenado por sus éxitos, un Satán redimible?

martes, 27 de mayo de 2014

Cero escritura

Las ideas se las sirve el yo ocurrente al yo ejecutivo para que éste, pues eso, las ejecute, como explicó en su día José Antonio Marina. He de decir que, de un tiempo a esta parte, a mi yo ocurrente no se le ocurre nada, o muy poca cosa, lo que implica que yo ejecute muy poco. O en román paladino: no tengo ideas y por lo tanto no tengo palabras. Cero escritura. El cursor parpadea, parpadea, parpadea... y nada. En el desierto pues, a la espera del agua.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La estela de Job

La entrevista a José A. Ortega Lara que nos dio a conocer Ángel en su blog me puso contra las cuerdas. Con el tema del sufrimiento humano, cuando éste lleva al hombre más allá de lo soportable, yo me electrocuto de cuando en cuando. Necesito después varios días para recuperarme. Ortega Lara habla de su sufrimiento “atroz, atroz, atroz”, de sus intentos de suicidio, de su suplicio vivido coram Deo. El diálogo entre el hombre sufriente y Dios alcanza aquí sus cotas más desgarradoras: estamos en la estela de Job, durísima estela, en la que el hombre arguye contra Dios y lo pone en tela de juicio. Yo me quedo siempre sin respuestas, y vuelvo los ojos a Cristo crucificado, enmudecido. “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?”, gritamos. La oración de san Francisco de Asís vuelve a mis labios: “Pastor bueno que a nosotros nos has mostrado tu misericordia (...), concede gracia y virtud a esta tú ovejuela para que en ninguna enfermedad, angustia o dolor me aparte de Ti”. 

sábado, 17 de mayo de 2014

El sufrimiento

El sufrimiento es un material altamente inflamable, de difícil gestión. Se soporta, se lleva como se puede.

viernes, 16 de mayo de 2014

Quédate

En el relato de los discípulos de Emaús, cuando “llegaron cerca de la aldea donde iban”, Jesús “simuló que iba a seguir caminando”. No dijo: “me quedó con vosotros” sino que, como se lee en otras traducciones, hizo ademán de continuar. Al actuar así, Jesús instaba a los discípulos a ser requerido, invitado, a que le dijeran en definitiva: “Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída”. ¿No ocurrirá siempre así en la vida de cada uno, que Jesús nos acompaña y, simulando marcharse, nos impulsa a pedirle que no lo haga, que se quede, a que le abramos la puerta y lo invitemos a sentarse con nosotros para cenar? ¿No se detecta aquí la suavidad del trato de Dios con los hombres, a los que a nada obliga pero a los que siempre incita con un ademán? Parece un amante discreto que, lejos de imponerse, se propone, se insinúa, simula que se va a marchar para que el corazón del amado se sienta impulsado a detenerlo y le diga: “Quédate”.

jueves, 15 de mayo de 2014

Los incorruptibles

Tiene que haber en cada época un nivel de bondad suficiente que la salve. ¿Hay épocas más propicias para la bondad que otras? Siempre habrá un incorruptible, la manzana sana que no estropearán mil manzanas podridas. Con él nos salvamos, sin él perecemos. No parece que vaya a faltar nunca ese hombre, esa mujer, esos hombres y esas mujeres, las piedras de toque que nos digan a los demás cuánto valemos, mucho, algo, poco, nada, pero sobre todo que nos den la mano para elevarnos hasta ellos.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Pedir perdón

No sólo hay que perdonar setenta veces siete sino que también hay que pedir perdón siempre. Y puede presentarse un inusitado enemigo: el aburrimiento. Mi hermana María y yo durante un período de tiempo que no fue precisamente corto nos enredamos en berrinches domésticos y, al rato, nos desenredábamos pidiéndonos perdón, unas veces ella, otras veces yo, según se terciase. En una ocasión en que me tocaba a mi pedirlo, con la intercesión de un pequeño lucifer, me dije: “Qué coñazo, vuelta a pedir perdón; ya estoy aburrido; paso”. Pero la que no pasó fue mi hermana, e hizo bien, al presentarse y decirme: “¿No me vas a pedir perdón?” Y se lo pedí, claro.

martes, 13 de mayo de 2014

Todo está bien

“Fue bonito haber sido doncella y es bonito ser una anciana. Moriré pronto. Todo está bien”.

lunes, 12 de mayo de 2014

Al fin cedieron

“¿Por qué abandonas el lecho, amado mío? Tu dulzura está aquí, todo tu mundo en mi seno, tus espuelas, tu hambre de gloria. Te equivocas cuando apresuras tu partida: la veo venir siempre que tus ojos susurran el miedo, allá en lo más hondo de ti. ¿Qué temes? Tu semilla crece dentro de mí, saldrá un día, robusta ya, crecida, piernas y manos armados para el primer llanto, el que inaugura la vida. ¿Temes esto, la sombra larga que proyectas, el verte superado por una vida que no puedes controlar? Otros temieron antes que tú y al fin cedieron, ya no quisieron marchar tan pronto, gozaron al lado del fuego que encendía la casa”.

sábado, 10 de mayo de 2014

Te quiero

Quien está suelto para el gesto afectivo: un beso, un abrazo, una caricia, puede que también lo esté para su pronunciación y por eso dirá, sin embarazo alguno, “te quiero”. Pero puede ocurrir que se dé lo segundo sin lo primero, cosa que yo nunca hubiese imaginado, tal como lo vi en la película Mud, de Jeff Nichols. En ella, uno de los adolescentes protagonistas, Ellis, le dice a su padre en una ocasión en que se despedían: “te quiero”. No hubiera estado de más que el padre le hubiese acariciado la cabeza, o palmeado el hombro, o que se diesen un abrazo incluso, pero parecía que para esto estaban menos preparados. Pero el “te quiero” sonó tan verdadero, tan dulce, tan sólido, tan entrañable, que casi lo puso todo.

viernes, 9 de mayo de 2014

La vida pasa

184 centímetros y 82 kilos de hombre; 49 años. Pasos, pum, pum pum, de la secretaría a dirección, a la jefatura de estudios, a la sala de profesores, a la conserjería, a la cafetería, y vuelta. Otro día también, y otro día, de lunes a viernes. Interregno el sábado y domingo. Gota a gota, mar a mar, la vida pasa.

jueves, 8 de mayo de 2014

martes, 6 de mayo de 2014

Vacíos, plenitudes

Las plenitudes acallan los vacíos; los vacíos acallan las plenitudes. Y uno sigue caminando.

¡Cuántas alegrías en estos últimos tiempos! Sin embargo, uno tiene como última veta una sed profunda que ninguna agua sacia, un hambre profunda que ningún alimento llena...

viernes, 2 de mayo de 2014

Las lágrimas

Nunca lloraremos bastante la muerte de Jesús en la cruz, lo cual significa al mismo tiempo que nunca serán suficientes las lágrimas por todos los crucificados de la historia, por todos los pobres y desvalidos; incluso me atrevo a decir que las lágrimas que derramemos por nosotros mismos no debieran parar hasta que quedemos limpios de todos nuestros pecados mientras miramos “al que traspasaron”.
Está claro que nuestro pecado sólo se nos hace visible a la luz de Dios, a medida que vaya siendo mayor nuestra cercanía a Él: mientras tanto nos parecerán pecadillos, sólo “faltas”, liviandades

miércoles, 30 de abril de 2014

La herida

La herida curó bastante pero no tanto que llegase a convertirse en cicatriz. Sólo esto puede explicar los gritos y lágrimas de X, desproporcionados, tras las palabras de Y. Éstas, paradójicamente, aun siendo recriminatorias, contenían al mismo tiempo un profundo halago. Espero que con el paso de los días X se percate de ello. Sin embargo la escena, al recordarla ahora, resulta extraña, misteriosa, no del todo inteligible, salvo que desde ella se extienda hacia atrás una lupa que permita ver la historia de su herida. Pero ni siquiera así llega la luz a ser suficiente para comprenderla del todo. Algo, o mucho, se me escapa. Una redacción novelada de la misma quizá la colocase en el lugar ideal para entenderla más y mejor.

domingo, 27 de abril de 2014

Lectura y (in)felicidad

Leer libros que no nos gustan crea horas infelices, siendo así que la lectura es, debe ser, un otorgamiento de felicidad. Por eso aquéllos debieran ser abandonados una vez que uno se ha cerciorado de que no nos gustan, no nos placen, en definitiva no nos interesan. ¡Qué distintas las infelices horas de las felices que sí crean los libros que nos causan placer! Con todo, hay grados en esta cuestión. Puede haber una “infelicidad” durante el trayecto de la lectura que, por distintos motivos, llegue a ser al final una verdadera felicidad. Por eso uno a veces se resiste a abandonar libros en principio, y en medio, no gustosos, pero que sí lo acaban siendo una vez terminado el libro.

viernes, 25 de abril de 2014

El don de Dios

Un franciscano le pidió a Francisco de Asís que lo cambiara de comunidad ya que en la suya no podía sufrir a alguno de sus hermanos. El santo de Asís le dijo que debiera ver en cada uno de ellos un don de Dios para él. Esto nos lo contó Paco, fray Paco, en Tierra Santa, y a mí me viene una y otra vez a la cabeza. ¿Un don de Dios para mí Fulano, tan cotilla, Mengano, tan egoísta, Zutano, tan pesado, etc.? Pues sí, nos dice el poverello. Sospecho que, contra lo que pudiera parecer a primera vista, este aviso, más que una carga sobre los hombros, es en realidad una gran descarga, una liberación, si no a corto o medio plazo sí a largo plazo, cuando ya nos hayamos convertido y, antes que la antipatía, salte entonces y siempre la simpatía que debe inspirarnos todo hombre que, por ser hijo de Dios, el padre de todos, es por eso hermano nuestro. Los santos siempre nos proponen una cuesta empinadísima pero que, a la larga -a la vuelta de nuestro corazón renovado-, acaba siendo un cómodo sendero llano.

miércoles, 23 de abril de 2014

El libro olvidado

“Tuviste tu hora, Libro, en la que tu compañía durante un tramo de mi vida me salvó y enriqueció, en la que, por ello, fui por ti bendito. Esa hora se ha prolongado a lo largo de la vida y por eso nada importa que te haya olvidado si tu fruto hasta hoy ha perdurado en mí”.

¡Ah, ojalá que lo anterior fuese cierto y pudiese así uno quedar consolado de lo poco que, de lo leído, queda en el reino de la memoria! ¿Qué es mejor, leer, leer y leer, que será después un olvidar, olvidar y olvidar, o leer-releer, leer-releer y leer-releer muy pocos libros para que después uno tenga un verdadero recordar, recordar y recordar?

sábado, 19 de abril de 2014

Lejos del mundo

Es cierto que cuando uno hace un viaje “desconecta”, y desconecta mucho. Lo he comprobado una vez más en mi reciente viaje a Tierra Santa. Quedas a salvo de las desgracias que te sirven en bandeja los medios informativos, tanto las que suceden en tu región como las que tienen lugar al otro lado del mundo. En este sentido eres más feliz. Cuando estuve en Camerún, en el verano de 2011, pensé en serio que, cuando estuviera de vuelta en casa, dejaría de ver el telediario nocturno para no perder mi felicidad desconectada. No lo hice, claro, primero porque no vivo solo, segundo porque, a pesar de todo, te pica la curiosidad sobre lo que está ocurriendo en el mundo y tercero, el punto más dudoso, por no substraerme a esa especie de solidaridad internacional a la que te invita un planeta globalizado. ¿Puede uno en el momento presente, moralmente hablando, no compartir los infortunios y penalidades de nuestros hermanos por más lejos que éstos se encuentren? Así, estos días, el hundimiento de un barco lleno de estudiantes en Corea del Sur ha sido un aldabonazo de tristeza.

viernes, 18 de abril de 2014

Jesús y su mensaje

Los cristianos no seguimos el mensaje de Jesús sino que seguimos a Jesús y su mensaje. Si hablamos de “el mensaje de Jesús” parece que Jesús quedase en segundo término, como un mero portador. Pero no es el caso. Lo principal del mensaje de Jesús es siempre Jesús, gracias al cual resulta atractivo lo que dice. Al final hay que terminar afirmando que Jesús es el mensaje, y aceptaremos entonces que se diga que hay que seguir el mensaje de Jesús si con ello se quiere decir que hay que seguirlo a él mismo.

jueves, 17 de abril de 2014

El apestado

Uno “olió” en Paco, fray Paco, el espíritu franciscano, y volvió a mirar -en realidad nunca he dejado de hacerlo- a san Francisco de Asís. Entonces me acordé de lo que escribió Christian Bobin: “La pobreza, en su desnudez material, le atrae. La pobreza, en su verdad carnal, le revuelve. Existe aún ese rincón del mundo que su goce no alcanza. ¿Y qué es un goce que deja algo fuera de sí? Nada. (...) Los burgueses sueñan en un pobre adecuado a sus intereses. Los curas sueñan en un pobre adecuado a sus esperanzas. Él, Francisco de Asís no sueña, ya no sueña. Ve: la pobreza nada tiene de amable. Una tara, un sufrimiento, una llaga, eso sí, pero nada amable. (...) Lo natural es ese modo de amar tan vuestro y que os halaga: los amigos acogedores, las damas perfumadas. Lo sobrenatural es entrar en la leprosería, cerca de Asís (...). Están del otro lado del mundo. Son las deyecciones del mundo, tan excluidos del placer de los vivos como del reposo de los muertos. Saben lo bastante del mundo para comprender de donde procede ese gesto del muchacho, para comprender que no procede de él sino de Dios: sólo el Bajísimo puede inclinarse tan profundamente con tal sencilla gracia”. Sí, por debajo del pobre que acaso no llegue a ser repulsivo está el que sí lo es: el leproso, cuya fealdad nos mata, cuya enfermedad nos espanta. Hasta aquí bajó el Bajísimo y ya nunca más quiso subir. ¿Debiéramos comprender desde esta perspectiva la elección del nombre de “Francisco” por parte del papa actual? Tenemos entonces que estar no sólo con el pobre sino con el apestado, el repulsivo, el maloliente, el sucio, el que nos “amenaza” con contagiarnos su marginalidad. ¿Quiere el papa Francisco que la línea de vanguardia de la iglesia sea ésta? ¿Quiere que abracemos y besemos, como él abrazo y besó al enfermo de neurofibromatosis, a los deformes del mundo? Lo quiere, sin duda.

miércoles, 16 de abril de 2014

Del vértigo a la adoración

Causa vértigo, un asombroso vértigo, pensar que Dios “cupo” en el vientre de una joven de Nazaret, María; que cupo en el cuerpo de un bebé, de un infante, de un niño, de un adolescente, de un joven, de un adulto: que “cabe” y es ya para siempre el alma y el cuerpo de un hombre. Este vértigo el cristiano lo supera en la adoración.

lunes, 14 de abril de 2014

Profesionales del amor

Profesionales del amor, reciben al otro en todo lugar y siempre: lo único que importa es que a las puertas está un hermano que quiere entrar.

jueves, 10 de abril de 2014

Siempre nosotros

Fuimos a darle el pésame a X por la muerte de su marido. Contó una cosa preciosa de él. “Nunca dicía ‘que che parece se fago...?’ senón ‘que che parece se facemos...?’”. Me parece precioso: nunca yo y siempre nosotros.

miércoles, 9 de abril de 2014

La carambola

Yo tenía en mente ir algún día, un día indeterminado, a Tierra Santa. Me pregunto si ese día llegaría a determinarse si no hubiese tenido lugar una carambola. Fue como sigue: mi hermano Ramón quería regalarle a mi madre un viaje a Israel. Allá por el mes de octubre pasado, en una comida familiar, me prepuso que me apuntase. No mostré demasiado interés en ese momento. Pasados unos días recogí el cable y me puse a ello. Como resultado de mis pesquisas, supe que los franciscanos de Santiago de Compostela organizaban todos los años una peregrinación a los Santos Lugares. Efectué las diligencias oportunas y en el mes de noviembre habría de realizarse el viaje. Mientras tanto, a mi hermano Ramón le habían surgido impedimentos que lo descolgaban del mismo. Pasado un tiempo, la agencia de viajes Halcón me comunica que el viaje debía aplazarse por una serie de cuestiones que tenían que ver con los vuelos. Marzo sería la nueva cita. Tiene lugar después otra baja, la de mi madre, por cuestiones de salud (ya en pleno viaje me “alegré” de que así fuera pues no hubiese resistido su ajetreo físico y psicológico). Hete aquí entonces que me veo yo como el único que habría de peregrinar a Tierra Santa. Toda la carambola anterior, a la postre, había “determinado” mi día. Y ahora me pregunto: ¿qué tuvo que ver Dios con todo esto?

lunes, 7 de abril de 2014

Fray Paco

Mi peregrinación a Tierra Santa tuvo un centro: Paco, fray Paco (Francisco José Castro Miramontes, rector de los franciscanos de Santiago de Compostela, 42 años), nuestro pastor franciscano en las tierras de Jesús. Fue su gracia, el don de Dios en él, la que, con suave solicitud, nos fue introduciendo en la vida y misterios de Jesús de Nazaret, el galileo, nacido en Belén. De esto y no de otra cosa se trataba. La oración por la mañana en el autobús, cuando partíamos, la eucaristía (presidida todos los días por Roberto, un cura ecuatoriano de treinta y nueve años, que lleva tres años en Pamplona estudiando derecho canónico: suyas fueron las excelentes homilías), las explicaciones históricas, la oración de nuevo en el autobús cuando volvíamos, marcaron el tono, envolvente, calmo, cristiano. Sus quince años de radio al frente del programa “Día santo en Galicia”, en Radio Galega, educaron su voz y su dicción: ningún titubeo hay en ellas, ningún apelotonamiento, ningún tartamudeo inicial, ninguna prisa. ¿La voz ideal de un pastor de almas? Sin duda.

domingo, 6 de abril de 2014

En Tierra Santa

Nada “especial” sentí en Tierra Santa, ningún “calambre” religioso digno de ser contado, ninguna “emoción” singular. No me habló ninguno de los lugares santos con una intensidad “específica”, todos los relacionados con Jesús, con su nacimiento, su vida pública, su muerte, su pasión y su resurrección. A mi Dios me ha llegado y me llega a través de la Eucaristía, la Palabra, la Oración y el Hermano: estos son los canales reveladores por excelencia, los “oficiales”, irreductibles e imprescindibles, los eclesiales. Mi experiencia de Dios es en este sentido siempre objetiva, y sólo con esta condición es después subjetiva. Esto no cambió en Tierra Santa. Por eso, allí, no me habló el lago de Galilea sino la misa que tuvimos en la orilla y que puso punto final a la peregrinación; no me habló Belén sino la misa que tuvimos en las llamadas grutas de San José, y así podría continuar hasta completar las seis misas que tuvimos en los seis días que estuvimos en Israel. 

sábado, 5 de abril de 2014

El cuerpo es una casa

El cuerpo es la casa en la que uno vive. En él se está “dentro”: dentro de los ojos, que ven; dentro de los oídos, que oyen; dentro de las manos, que tocan; dentro de la nariz, que huele; dentro del paladar, que saborea; dentro de los pulmones, que respiran; dentro del estómago, que digiere; dentro de las piernas, que andan; dentro de la boca, que habla; dentro de la cabeza, que piensa. Se está dentro y con él salimos afuera. Somos una interioridad que se abre al mundo.

martes, 25 de marzo de 2014

José Antonio Marina, detective privado

José Antonio Marina es un auténtico desbrozador de selvas. Con machete en mano, zas, zas, se abre camino entre la espesura del tema sobre el que cogita hasta dejarnos en un claro luminoso. Su pericia exploradora, delineadora, definidora es realmente admirable. Estamos ante un hombre que cree en el poder de la razón y que sabe muy bien cómo funciona la inteligencia humana, que con tanto rigor y lucidez ha estudiado (Teoría de la inteligencia creadora). Tras sumergirse en los negros mares que quiere rastrear, sale siempre a la luz con el fruto granado de una investigación hecha con lupa de gran aumento y bisturí de alta precisión. Empecé hablando de selvas y caigo ahora en la cuenta de que uno de sus libros se titula La selva del lenguaje. Pero si nos fijamos en otros, vemos que el inicio es siempre un mundo oscuro que hay que alumbrar: un misterio (El misterio de la voluntad perdida), un rompecabezas (El rompecabezas de la sexualidad), los sueños (Los sueños de la razón), un laberinto (El laberinto sentimental), los secretos (Los secretos de la motivación).
José Antonio Marina se ha definido como un “investigador privado” (Memorias de un investigador privado), un “detective cultural”: estamos, en efecto, ante un Sherlock Holmes al que no se le resiste nada: el ingenio, la inteligencia, la ética, los sentimientos, la voluntad, la política, el lenguaje, la sexualidad, Dios, la economía, la vida, la familia, las mujeres, el miedo, el deseo, el poder, el amor, la autoridad, la estupidez, la educación, la motivación, los vicios, la creatividad, la lectura, la escritura, la valentía. La piedra angular es siempre la inteligencia, puesta en Teoría de la inteligencia creadora, su segundo libro, publicado en el año 1993, fundamento de todo el edificio que levantó después. Si echamos un vistazo al resto de los títulos de su obra, acabamos por convencernos de ello. Así, junto con el ya citado, tenemos estos otros: El vuelo de la inteligencia (2000), La inteligencia fracasada: teoría y práctica de la estupidez (2004) y La inteligencia ejecutiva (2012).
Un auténtico sabueso.

sábado, 22 de marzo de 2014

Derechona

Al menos en un aspecto cierta derecha merece ser llamada derechona, y es cuando se muestra muy mal hablada. Me vienen a la cabeza cuatro ocasiones en las que políticos del PP no trabaron su lengua: Francisco Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, y sus declaraciones sobre los “morritos” de la ex-portavoz del PSOE, Leire Pajín; José María Aznar y su dedo corazón bien levantado y dirigido a los que lo hostigaron en una ocasión en la Universidad de Oviedo; la diputada Andrea Fabra, hija de Carlos Fabra, y su “que se jodan”, vociferado en el Parlamento; y por último el ministro de Economía Luis de Guindos y su “que se vayan a tomar por el culo”, lanzado contra los periodistas en Bruselas.
En España, la derecha, cierta derecha, es más insultona que la izquierda, de la que no recuerdo ni un solo ejemplo de lengua deslenguada. Bien merecerían en esos casos que se les hubiese quedado pegada la lengua al paladar.

viernes, 21 de marzo de 2014

¿Víctima?

Cuando Gallardón dice que la mujer es siempre víctima en relación con el tema del aborto ¿qué quiere decir? ¿Víctima de qué victimario? Excluido el caso del embarazo fruto de una violación, en el que la mujer es clarísimamente víctima, en los demás tenemos siempre embarazos frutos de un despiste: o él se olvidó de ponerse el condón o ella se olvidó de tomar la píldora. ¿Es víctima entonces de su despiste, al verse en sus entrañas con un embrión cuya gestación quiere parar? A este despiste la palabra víctima creo que le viene demasiado grande: si yo fuese mujer y pro-abortista, tal consideración me parecería ridícula y paternalista. ¿Será entonces el victimario el ambiente social, convertido a tal efecto en presión social, mayoritariamente pro-abortista? Tampoco creo que se trate principalmente de esto.
En fin, que no sé por dónde van los tiros.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Ser bueno

Yo quiero ser bueno pero no para verme a mí mismo siéndolo sino para serlo realmente.

Uno ha declarado muchas veces que lo único que de verdad le importa en la vida es ser una buena persona. Pero me incomoda que este deseo pueda tener más carga estética que moral, que se ancle en la belleza sin anclarse al mismo tiempo en el bien.

Uno de estos días me he sorprendido a mí mismo diciendo: “Señor, que no sea demasiado malo”.

martes, 18 de marzo de 2014

Las amistades posibles

En Una vida presente, Julián Marías dejó escrito lo siguiente: “Toda mi vida he tenido una capacidad para la amistad mayor que la habitual (...) Y un rasgo más, que creo muy característico en mí, es la resistencia a dejar ‘escapar’ las posibles amistades que me parecen valiosas y atractivas. Es muy frecuente que por falta de imaginación, por timidez o por simple pereza, no se desarrollen, o se extingan apenas iniciadas, relaciones personales que podrían ser ingredientes de profunda significación en la vida”.
¿Fue X una amistad que yo dejé “escapar”, “por timidez” sobre todo? Nunca me atreví a proponerle que quedáramos, quizá porque al principio me hechizó su personalidad dejándome sin capacidad de reacción. La timidez siempre arguye temores y yo los tuve ante él. En otras ocasiones sin embargo no me faltó la audacia y no se me escapó la posible y después ya real amistad.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Tan antigua y tan nueva

Ese pelín de alegría que me falta, esta gota de infelicidad que ha venido, esta vulnerabilidad, tan antigua y tan nueva, ante el mal visto y leído...

jueves, 6 de marzo de 2014

Consoladora de los afligidos

Tras contarme cómo había transcurrido su jornada le colgué el título de “consoladora de los afligidos” pues fue lo que había hecho, consolar a las cuatro personas deprimidas que se encontró a lo largo del día. “Me pregunto qué me quiso decir Dios”, me comentó con asombro y jovialidad. Ésta la tiene a raudales últimamente, y de ella manó su consuelo para los cuatro afligidos.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Sólo pasó un año

“Sólo pasó un año”, dije hace poco al recordar un suceso, cuando hasta hace nada habría dicho “ya pasó un año”. Voy camino de cumplir los cuarenta y nueve y desde mis treinta hasta mis cuarenta y siete años lo que uno vivió fue el paso raudo del tiempo. Por eso me tiene asombradísimo que, desde hace más o menos dos años, viva ahora un tiempo que transcurre lentamente, sin voracidad, parsimonioso. Es algo que nunca hubiese esperado y no sabría decir qué produjo tal cambio. ¿Algún tipo de plenitud tal vez, a la que pertenecería en propiedad un tiempo quedo?

martes, 4 de marzo de 2014

Medio vacío, medio lleno

Un “medio vacío” me entristeció. Enseguida, en el mismo telediario, un “medio lleno” no me alegró. “Alto ahí, me dije entonces, aquí falla algo. ¿Ha de afectarme el ‘medio vacío’, entristeciéndome, y no va a afectarme el ‘medio lleno’, alegrándome? No, de eso nada: ea, Suso, alégrate”. Obedecí y me alegré, quedando más lleno que vacío cuando poco antes había estado más vacío que lleno.
No puedo despistarme con esto.

lunes, 3 de marzo de 2014

Don Juan Tenorio y don Luis Mejía

Escuchando camino del trabajo el diálogo de don Juan Tenorio y don Luis Mejía, en el acto primero de la parte primera de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, allí donde el primero le dice al segundo que a setenta y dos se eleva el número de sus conquistas a lo largo de un año y el segundo le dice al primero que cincuenta y seis es su número, me acordé de lo que me contó hace algunos años X, y de lo que no había dudado dada la credibilidad de la persona que se lo había referido. Parece ser que dos jovenzuelos que frisaban los dieciocho años se habían retado a ver quién se tiraba a más tías durante un determinado período de tiempo, no superior a medio año si no me falla la memoria. Pues bien, el resultado fue escalofriante: el uno, el ganador, unas setenta y el otro, el perdedor, unas cuarenta. Podemos no creerlo, claro, por muy seria y creíble que fuese la fuente de X, dado que ésta sólo pudo saberlo de boca de tales folladores, con perdón, que a buen seguro inflaron las cifras. Pero puede ocurrir también que el informante conociese bien, muy bien, a los dos susodichos, quizá porque actuase en su mismo terreno con las mismas, parecidas o distintas pretensiones “lúdicas”. El caso es que, si necesitábamos algún dato más sobre lo despendolado que está el mundo de la sexualidad en nuestro tiempo, aquí lo tenemos, en estos tenorios y estos mejías que hasta hace nada todavía lucían el bozo de la adolescencia.

sábado, 1 de marzo de 2014

Mal de muchos

¿Mal de muchos consuelo de tontos? No, mal de muchos consuelo de algunos, o de alguno, de uno vaya, el que me hizo saber que, padeciendo en una ocasión una dolencia, le consoló saber que no era el único que la sufría. ¿Tonto? En absoluto puesto que se consolaba.

viernes, 28 de febrero de 2014

La Gran Guerra

En La belleza y el dolor de la batalla, el historiador y escritor sueco Peter Englund trenzó una historia de la Primera Guerra Mundial (este año se cumple el centenario de su comienzo en 1914) con los testimonios escritos de sus protagonistas de a pie: una enfermera, un soldado, etc. Este modo de contar la Gran Guerra, o de cualquier otra guerra, es esencial para quedar informados de lo que, a ras de suelo e historia, vivieron y padecieron sus protagonistas: este dolor, esta sangre, esta trinchera, esta alambrada de espino, este lodo, esta esperanza...

Leo ahora 1914-1918. La historia de la Primera Guerra Mundial, del historiador David Stevenson, que constituye el otro modo esencial de contarla: trazando las líneas maestras que unen todos los “grandes” factores en juego: históricos, políticos, sociales, económicos, geoestratégicos, militares, etc., hasta componer un relato riguroso, verosímil, bien documentado, que nos permita apreciar y comprender toda su densidad y todo su perímetro históricos.

jueves, 27 de febrero de 2014

Enmendando la plana

Mejor que “en este valle de lágrimas” (Salve Regina), “en este valle de sonrisas y lágrimas”.
Mejor que “la vida es una mala noche en una mala posada” (Santa Teresa de Jesús), “la vida es, tantas veces, una mala noche en una mala posada”.

Soy consciente de que lo que retoco funciona bien en su contexto, al que hay que referirlo. Que no se tome pues lo mío como otra cosa que un divertimento.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Perplejidades

Los evangelios están llenos de felices perplejidades ante las que prorrumpimos en un “¡oh, maravilla, no entiendo nada!”, siendo, por otro lado, de una absoluta sencillez.

martes, 25 de febrero de 2014

Autoimagen

Caminamos con una imagen de nosotros mismos más o menos consciente, más o menos dibujada, que nos sostiene y a la que sostenemos.

lunes, 24 de febrero de 2014

Aforística

Es la noche cueva de hadas y alcoba de demonios.

De su sueño, el hombre, no despertará Dios jamás.

Giramos unos en torno a otros siendo planetas y satélites a un tiempo.

Nunca hay debacle allí donde el corazón triunfa en su pobreza.

En la calle uno vive en sus zapatos; en casa, en sus zapatillas.

El escritor cumple un deber, cumple un placer, cumple una necesidad. El escritor obedece.

La fe es aceptar el punto de vista de Dios.

Por no querer algo sino todo se quedó con nada.

Lo que la vida destroza la vida lo repara.

El amor, cuanto más manifiesto, más secreto.

sábado, 22 de febrero de 2014

Curiosity

Habría que darle un poquito de alma al robot de la NASA Curiosity, enviado a Marte, e imaginar su asombro, su soledad, su extrañeza, entrañarnos en él para saber qué sintió durante el trayecto que lo llevó desde la Tierra al planeta rojo, en el que vio cómo la primera se hacía cada vez más y más pequeña, más chiquita, un puntito azul que acabaría desapareciendo de su vista, mientras que el segundo aparecía muy lejos, lejísimos, un puntito rojo primero, y poco a poco cada vez más grande, enorme al fin antes de atravesar su atmósfera y aterrizar en él. Al tocar Marte tuvo que estremecerse, de alegría por haber llegado sano y salvo, y de ansiedad por verse en un planeta distinto. ¿En qué medida había cambiado durante el viaje, qué sentimientos nuevos había conocido, qué pensaba ahora de la Tierra, del espacio y del tiempo, de la soledad y de la compañía?
Preguntas para las que no tendremos nunca respuesta porque él ya no volverá, se quedará allí, morirá allí.

viernes, 21 de febrero de 2014

Macerado

Blando me dejo el golpe, macerado para ti, barro de nuevo para ser barro nuevo con el que moldear una mejor vasija.

jueves, 20 de febrero de 2014

Un hombre, un perro

Un perro abandonado y sucio nos da lástima sin exigirnos nada. Un hombre abandonado y sucio nos da lástima y nos exige misericordia. Por eso preferimos encontrarnos con un perro.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Un tiempo extraño

La tristeza puede ser una opción. Te dices: “voy a estar triste”, o mejor: “voy a dejar que la tristeza se apodere de mí”. ¿Es una opción inteligente? Así planteada la cuestión, es difícil decidirlo.

La tristeza tiene muchos colores, viste pieles muy diferentes. A veces uno está triste por pereza, por negligencia, porque la alegría necesita que se le haga un hueco y esto requiere un esfuerzo que uno no quiere hacer.

Las semanas pasadas fueron un tiempo extraño. El invierno furiosamente borrascoso, la falta de sol, las palabras que uno no pudo o no quiso escribir, la gripe rondándole a uno y al fin alcanzándole, aunque sólo suavemente, mamá doliéndose de sus molestias estomacales, de su falta de apetito, de su cansancio. Una analítica puso al descubierto unas transaminasas disparadas y ya está en curso la investigación médica. Mientras tanto, y a pesar de haberse vacunado, la gripe la golpeó con fuerza. Después se sumó la infección de orina y la diarrea. Ahora, curada ya de estos males, volvemos a donde estábamos, el malestar de estómago, las pocas ganas de comer, la fatiga. La voz se le ha debilitado un poco más y no son pocas las veces en que le digo “mamá, no te oigo”. Entonces me repite lo que había dicho con voz más alta.
Todo esto compuso un continuum extraño que me deprimió un poco. Alguien lo advirtió y me dijo: “¿Qué te pasa? Estás muy triste”. Saquémosle el “muy” y dejémoslo en triste.

Caminar me hace bien y no pude hacerlo durante semanas por culpa de las fastidiosas y aburridas lluvias, los fastidiosos y aburridos vientos, los fastidiosos y aburridos temporales, las fastidiosas y aburridas ciclogénesis. Mi forzada inmovilidad también ayudó a mi desánimo. “Quien mueve las piernas mueve el corazón”, decía aquel antiguo anuncio, y decía bien. Si, además, el ejercicio físico de caminar trae aparejado el ejercicio vital de ponerse en camino, mejor que mejor. La vida es siempre una combinación de movimiento y quietud.

martes, 18 de febrero de 2014

Mi amigo del alma

¡Ojalá que perdure siempre la palabra “alma” para que un adolescente pueda decir de un amigo que es “mi amigo del alma”! Mucho antes de cumplir los catorce años, A. se refirió a un amigo en estos términos. En labios tan jóvenes, la palabra “alma” reencuentra toda su pureza, toda su fuerza.

lunes, 17 de febrero de 2014

Qué tarde más extraña

El día está quieto, no habla, ¿está triste? Es un día gris, parado, de un extraño mes de enero, que no sabe muy bien hacia dónde camina, aunque sabe que va hacia delante, muy lentamente. Podría muy bien convertirse de repente en un día de sol, si se soltase hablar, si se desatase su lengua. Pero permanece en silencio, calla. Si al menos lloviera, si hiciese viento, si pasasen más coches que los que pasan. ¿Pero no está todo el silencio dentro de mí? ¿No soy yo el que se siente incapaz de hablar? ¡Qué tarde más extraña, qué dulce, qué solitaria!

sábado, 15 de febrero de 2014

Leer es escribir

Leer un libro es de algún modo co-escribirlo. Cada palabra leída es nuestra, cada línea, cada párrafo, finalmente todo el libro. ¿Cuánta distancia hay entre “lo hacemos nuestro” y “lo hacemos nosotros”?

viernes, 14 de febrero de 2014

jueves, 13 de febrero de 2014

Millones

Es insoportable pensarlo, pensar en los aludes de dolor que causa cualquier guerra. La guerra mata personas, mutila cuerpos, deshace psiques, destruye almas, substrae padres, hijos, hermanos, amigos, derrumba casas y puentes y escuelas y hospitales, destroza carreteras y vías de tren, aniquila presentes felices y futuros esperanzadores, hace huir a todos los que se convierten en refugiados. Millones de muertos en la Primera Guerra Mundial, muchos más millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial, los millones de muertos de todas las guerras a lo largo de la historia; millones de heridos, millones de hambrientos, millones de enfermos, millones de desamparados. Millones de dolores y sufrimientos.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Nostalgia y deseo

La nostalgia del amor es deseo del amor, el amor de ayer reclama el amor de mañana, la memoria apela a la esperanza.

martes, 11 de febrero de 2014

La impaciencia de Dios

La paciencia de Dios se coció también en su impaciencia. “¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros, hasta cuándo tendré que soportaros?” (Mateo 17,17), protestó Jesús en una ocasión.

lunes, 10 de febrero de 2014

Leer para gozar

Si, pasado el tiempo, hemos olvidado por completo el contenido de un libro, ¿qué diferencia hay entre haberlo y no haberlo leído? Ninguna, me decía I. Hay una, añadí yo, y es que cuando lo leímos no lo leímos para poder recordarlo al cabo de mucho tiempo sino para disfrutarlo en el momento en que lo teníamos sobre nuestras manos y bajo nuestros ojos. Lo otro nada tiene que ver con la lectura, que no quiere “servir para nada”, tampoco para ser recordada. 

sábado, 8 de febrero de 2014

Salvar, crear

Sólo tiene poder para salvar el mundo quien tuvo poder para crearlo. Salvar es recrear, y sólo recrea quien antes ha creado.

viernes, 7 de febrero de 2014

El premio

¿Por qué no habría de ir tranquila a recoger su premio, con paso seguro, parándose si era preciso a abrazar a algún amigo, si su ya larga vida le había dado el aplomo para saber qué podía esperar de ella, qué podía incluso esperar de sí misma? Aplomo y una sabia dosis de escepticismo, y piedad, mucha piedad.

jueves, 6 de febrero de 2014

Otra voz

Siempre nos resulta irreconocible nuestra propia voz cuando la escuchamos en una grabadora. Esta voz, nos decimos, ¿es la que oyen los demás, tan diferente a la que yo oigo de mí mismo? ¿Hasta qué punto puede ocurrir también que lo que de mí perciban lo perciba yo de muy distinta manera? ¿Qué conocen de mí que yo no conozco o que conozco bajo otra luz?

miércoles, 5 de febrero de 2014

Un vecino

Hay vecinos a los que no ves durante años, porque sí, porque así ha coincidido, hasta que un día, cuando se le muere un hermano, te lo encuentras en el tanatorio y le das el pésame y ves que sigue igual, que no ha cambiado. Y porque sí, porque así coincide, no pasan años sino semanas hasta que te lo vuelves a encontrar, en una frutería, en la que te pregunta con tono afable, cercano, ¿qué tal los Reyes?, y tú le contestas sin salirte de esa cercanía, y bromeando, que bien, que mucha salud, salud a raudales, y él se sonríe y dice que eso es lo mejor. Y después, al ver que has venido por una caja con doce botellas de vino y un saco de patatas, te dice que te los lleva él en el coche porque tiene que pasar por delante de casa, y tú se lo agradeces pero que no hace falta, que te has traído el tuyo. Coges pues la caja con las botellas de vino y te diriges al coche, abres la puerta del maletero, dejas la caja y al darte la vuelta ves que te ha seguido él con el saco de patatas. Y entonces, ¡caramba!, le dices “C., esto sí que es un regalo de reyes, muchas gracias, de verdad”, y te vas todo contento, como seguramente también se irá él, y acaso no volvamos a vernos durante años, o no, tal vez dentro de unos días en la misma frutería, o en otro sitio del pueblo, y habrá la misma afabilidad, la misma cercanía.

martes, 4 de febrero de 2014

¿Qué dice Dios?

Si les preguntáramos a nuestros amigos, como preguntó Jesús a Pedro, “¿quién dice la gente que soy yo?”, ¿qué respuesta nos traerían? Y si, como le preguntaron a Juan el Bautista sacerdotes y levitas, nos preguntaran a nosotros. “¿tú quién eres?”, ¿qué contestaríamos nosotros?
¿Quién dice la gente que soy yo? ¿Qué digo yo sobre quién soy yo? Sabemos que la respuesta a estas dos preguntas no contestaría todo lo que a este respecto hay que contestar, por más que contuviese muchísimo.
Y Dios, ¿qué dice Dios? Lo sabremos, sin duda, si es que no lo estamos ya sabiendo.

lunes, 3 de febrero de 2014

Bien

Esta vez, tras su pregunta: “¿cómo estás?”, no salió de mi boca un “bien” redondo, seguro, concluyente, afirmativo, sino uno que se alargaba, arrastrándose. “Uy, cómo suena ese bien”. Y entonces yo le dije...

sábado, 1 de febrero de 2014

Medio vacío, medio lleno

Hay que ser positivo, claro, y quedarse con el vaso medio lleno, pero creo que no debe hacerse de forma muy inmediata, como precipitada, pasando mágicamente por encima de lo negativo y del vaso medio vacío. A estos hay que hacerles justicia reconociéndolos, diciéndolos, también padeciéndolos llegado el caso.

jueves, 30 de enero de 2014

El factor humano

Es inevitable: el factor humano, es decir el factor “yo”, se interpone siempre y lo abstracto perfecto se convierte siempre en lo concreto imperfecto. Mejor así, claro.

miércoles, 29 de enero de 2014

Homilías

Me irritan las homilías que enseguida escapan del texto de las lecturas para decir cuatro generalidades: que Dios nos ama, que hay que tener fe, patatín, patatán. ¿Por qué no se fijan en algunas de las palabras, en algún personaje, quedando a su ras, recreándose en ellos, esculpiéndolos?

martes, 28 de enero de 2014

Aguafiestas

Para una vez que habla va y le fundo los fusibles. Tuvo razón P. cuando me dijo que tendría que haberme mostrado de acuerdo con él pues tenía razón en lo que dijo. En cambio encontró mi regañina, un jarro de agua fría. Por eso ayer, cariacontecido, sin fuerzas, apenas tuvo voz para responder una pregunta de R., que había sido el motivo de nuestra disputa.

lunes, 27 de enero de 2014

En un sobresalto

¿Puede uno perder, en un sobresalto, la destreza de vivir y quedar desarmado, exangüe?

(El resplandor)

sábado, 25 de enero de 2014

viernes, 24 de enero de 2014

Lo que el mundo regala

La vista, el oído, el tacto se sienten reclamados, sacados de sí, para obtener lo que es suyo, lo que el mundo regala y no regatea, lo que porque es visto, porque es oído, porque es tocado alcanza toda su plenitud.

martes, 21 de enero de 2014

Trueno de la sabiduría

A la piadosa señora el “trono” le parecía poco:
Virgen fiel, Espejo de justicia, “Trueno” (sic) de la sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual...

lunes, 20 de enero de 2014

El rostro del Espíritu Santo

El Espíritu Santo es aire, es fuego, es agua, pero ¿y su rostro? ¿Cuál es su rostro? ¿Acaso una reverberación inescrutable de los rostros del Padre y del Hijo?

sábado, 18 de enero de 2014

La tercera parte de nuestra vida

“El dormido no es vil”, escribió Jorge Guillén. ¿Podemos entonces decir que somos buenos durante esa tercera parte de nuestra vida que pasamos durmiendo?

viernes, 17 de enero de 2014

El caballerito de Dios

El caballerito de Dios se levantó, se puso la chaqueta polar, hizo pis, se enjuagó los ojos, bajó a la cocina, encendió la tele, tomó una cucharada de aceite de oliva, un kiwi y un vaso de agua templada, puso a calentar la leche en el microondas, fregó lo que había quedado del día anterior, le echó azúcar y café soluble a la leche caliente, puso en la mesa las galletas, los cereales y las pastillas, se sentó, desayunó y limpió la cubierta vitrocerámica de la cocina de leña.
El caballerito de Dios subió a su habitación, se sentó en la butaca, estuvo en silencio durante quince minutos, rezó un padrenuestro y un ave maría, leyó el evangelio del día, se vistió, hizo la cama, preparó su bolso, bajó de nuevo a la cocina, le dio los buenos días a su madre, tomó otro vaso de agua templada, se enfundó el anorak, los guantes y la visera, se puso los auriculares, se despidió de su madre y marchó al trabajo.
El caballerito de Dios...

jueves, 16 de enero de 2014

En horas pobres

En horas pobres cuento un cuento pobre, rudimentario, sin fibra. Todo lo que hay es un hueso ya muy pelado, que uno sigue royendo. Se ve uno lanzado al ruedo de la vida sin guión para contar, sin letra para cantar.

¿Nos quejaremos por los días de nuestra vida que no tienen épica, ni lírica, por “las desesperantes posturas que tomamos para aguardar” (Antonio Machado)? Pero “la vida es la zarza ardiente al borde del camino donde Dios da sus voces” (Ortega y Gasset), también la vida pobre, la vida que no arde.

miércoles, 15 de enero de 2014

La clase política

¿Es un mal síntoma que exista la expresión “la clase política” porque indica que los políticos constituyen lo que de ningún modo debieran constituir: una clase, un estamento social? ¿Significa esto que, emergiendo como grupo dentro de la sociedad, acaban corporeizándose fuera de ella, muy fuera de ella, y hasta contra ella en casos extremos? ¿Cómo se ejerce el poder no estando nunca “sobre” la sociedad sino permanentemente “en” ella?

martes, 14 de enero de 2014

Siempre está el se

Más allá del ojo abierto, fuera, no encuentras nada. ¿Lo encontrarás más acá, dentro?
Pero todo descubrimiento exterior, ¿no es simultáneamente un descubrimiento interior? El hombre, al descubrir lo de fuera, ¿no descubre siempre lo de dentro?
El hombre es siempre un se: al encontrar, se encuentra, al buscar, se busca, al amar, se ama. Después hay acentos, claro, gradaciones, pero siempre está el se. En realidad todo es bastante simple: el hombre, en definitiva, no es una cáscara.

sábado, 11 de enero de 2014

La plata nocturna y el oro diurno

Se beneficiaron mutuamente, la plata nocturna y el oro diurno, comandando cada uno las horas de su etapa.
El sol, lejos de parecer derrotado, magnificó su esplendor mientras se acercaba el solsticio de invierno.

viernes, 10 de enero de 2014

Buscar, esperar las palabras

Es importante que caiga la mandíbula, que los dientes no se cierren, que la lengua permanezca flotando, que nada en el rostro anuncie una tensión interior. La búsqueda entonces, o la espera -son lo mismo-, se sitúan en la posición correcta, donde únicamente se atrapa aquello que viene libremente, sin prisas, sin coerciones, de visita primero y para quedarse después. Sólo así las palabras se escriben sobre el papel.

jueves, 9 de enero de 2014

Si uno quiere

Si los 18 años que pasó en la cárcel le sirvieron al asesino de Anabel Segura, Emilio Muñoz Guadix, uno de los beneficiados por la anulación de la doctrina Parot, para decir lo que dijo: “Si uno quiere ser malo, es malo, y si quiere ser bueno, es bueno” ya le han servido de mucho, de muchísimo en realidad. Esta frase, y mejor si es dicha por alguien que ha cometido un gravísimo mal, ventila de un plumazo todas las consideraciones acerca de que el hombre no es libre, que no existe la culpa, etc., etc. No existe un más allá del bien y del mal: se está en el bien, se está en el mal, o se está en el bien-y-mal, porque existe la voluntad de estar en un sitio u otro y la libertad para hacerlo. Lo demás son mamonadas.

miércoles, 8 de enero de 2014

La amistad

La amistad tiene sus bajadas de tono en las que se pierde músculo afectivo. Pero no pasa nada porque pasan y se recupera el entusiasmo.

lunes, 6 de enero de 2014

El hombre y sus novelas

No tardé ni medio segundo en darme cuenta de que no estaba en sus cabales. Pedía una ayuda, preguntaba dónde había una cafetería cercana, quería cargar la batería del móvil. Mientras subía las escaleras a buscar a mi habitación algo de dinero, lanzó un “¡soy jesuita!”. “¿Es usted jesuita?”, le pregunté yo después. “Tuve una educación jesuita. Vengo haciendo el camino de Santiago y después volveré a Roma”. Todo esto con una voz viva, de acento indefinido. Era alto, de tez morena y un tanto arrugada; aparentaba unos sesenta años y tenía los ojos azul claro, de fondo incierto, algo turbio quizá. Llevaba a sus espaldas una mochila. “Estoy limpio y aseado, ¿ves? Si sacas una silla y te sientas podremos hablar; llevo siete horas sin hacerlo; tienes que estudiar; podrías ser mi hijo, etc., etc.” Hubiese continuado hablando sin parar si le hubiese dejado.
Cuando salí un poco más tarde vi que abordaba a otro en la calle, seguramente con una historia distinta pues llegó a mis oídos un “cumpleaños”. No fue poca mi sorpresa al verlo comulgar en la misa. No pude evitar señalárselo a mi hermana María con toda rapidez y decirle que el tipo estaba loco y que me había montado una pirula. 
Mi hermana Lucía, según me contó más tarde, había sufrido también su abordaje aunque esta vez el tipo no había salido económicamente beneficiado.
“Por donde quiera que el hombre vaya, lleva consigo su novela” (Benito Pérez Galdós). Éste la llevaba, y no una sino varias.

sábado, 4 de enero de 2014

Hermosa como un sol

Muy segura de su palabra, la emplea con envidiable facilidad, que es suprema felicidad para quien la escucha, sin titubeos, sin parones, sin iniciales tartamudeos. Le sale como un chorro de agua, que puede cortar de tan límpido, fresco, certero, habilísimo. Que mujer más inteligente, lista, simpática, y hermosa como un sol.

viernes, 3 de enero de 2014

El refugio

Me gusta ese pequeño refugio que nos construimos con la ropa cuando llega el invierno: para la cabeza el gorro, para el cuello la bufanda, para las manos los guantes, para el cuerpo todo el abrigo, para los pies los zapatos. Uno se echa a la calle enfundado en esta íntima cabaña. 

jueves, 2 de enero de 2014

En santa discusión

De discutir, habría que discutir como un santo, sin arañar parcelas para el “yo”, con “una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva” (Tomás Moro). Y, por seguir con el mismo santo, atendiendo a una de sus bienaventuranzas: “Felices ustedes si saben callar y ojalá sonreír cuando se les quita la palabra, se los contradice o cuando les pisan los pies, porque el Evangelio comienza a penetrar en su corazón”.

miércoles, 1 de enero de 2014

Recuerdos y olvidos

Entre el recuerdo exacto y la total falta de recuerdos está toda la gama intermedia, aquello que, más o menos, se recuerda. Así, en unas memorias leeremos “recuerdo con toda claridad”, “creo recordar” o “si mal no recuerdo” y “no recuerdo nada” o “lo he olvidado por completo”. Todo esto hace que uno de los títulos de memorias que más me gusta sea Recuerdos y olvidos, de Francisco Ayala, y también Lo que sé de mí, de Shirley MacLaine, que podríamos convertir en un “lo que recuerdo de mí” y “lo que de mí he olvidado”.

martes, 31 de diciembre de 2013

Las manos


The damn family in their car
(Mary Ellen Mark, Los Ángeles, 1987)

Las manos del padre, sosteniendo los brazos de su mujer, a la que rodea con los suyos. La mano leve de la niña, que no sabemos si acaricia la cara de su hermano, si la sujeta, si la atrae hacia sí. La mano izquierda del niño en el brazo caído. Las de la madre no se ven, las ocultan las manos de su marido. Ella, languideciente, nos mira sin mirarnos: sus ojos parecen perdidos. ¿Podrá evitar el padre que se le escurra, substraída por el peso de la vida? Pudiera estar muriendo, agonizando, sin que ninguno lo sepa, tampoco ella.

lunes, 30 de diciembre de 2013

A la luz

Lo que encuentro, al recogerme, lo suelto al despertarme.

Lo que uno da a luz lo da a la luz, para que en ella vuele libremente.

sábado, 28 de diciembre de 2013

El hueco

A veces sondeo la soledad futura adelantando el hueco que dejarás al morir. Será sagrado: nadie podrá ocuparlo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Entra la luz

Entra la luz en el hueco creado por los brazos cruzados que se apoyan sobre la mesa y la cabeza que descansa sobre ellos. ¿Qué pensaría quien te viese así? ¿Que dormitas, que piensas, que te dueles, que rezas?

Mi cabeza se acuesta en los brazos que, cruzados, descansan sobre la mesa. Encuentra cosas.

jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Salvar el fuego?

Corrían tiempos surrealistas y Jean Cocteau, según se cuenta, a la pregunta de qué cosa salvaría del museo del Louvre en caso de incendio, contestó que el fuego. Aunque no hay que retrucar a lo que no deja de ser una boutade, me apetece decir que este fuego que él preservaría lo tenía a su alcance en las cerillas o el mechero que tal vez llevase en su pantalón, y en otros millones de sitios a lo largo del mundo: no así todas las obras de arte del Louvre que el fuego estaría destruyendo. El fuego se repone; la Gioconda o la Victoria de Samotracia no.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Dios es desconcertante

Dios es desconcertante, escribe más de una vez Javier Gomá en Necesario pero imposible, siempre en cursiva. No pocas veces se le habrá aplicado a Dios este adjetivo dentro de la tradición cristiana. Pero lo entenderíamos mal si pensásemos que le es esencial a Dios desconcertar al hombre, sorprenderlo por aquí cuando éste lo esperaba por allí, como si jugase con él al escondite. Precisamente a esto, al escondite, no ha jugado, toda vez que se ha revelado del todo y para todos en el Hijo. Hablaríamos por eso con más propiedad si dijéramos que Dios nos desconcierta porque, dadas la profundidad y libertad infinitas de su amor y su sabiduría, es inevitable que lo haga, en beneficio siempre de una paz que nos sane con mayor fuerza cada día.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Dos preguntas esenciales

¿En qué lugar? ¿En qué tiempo? Dos preguntas esenciales para quien cree en la Encarnación, y todo es encarnación.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Siempre así

Tiene que ser eso, justamente eso, el tono amable, el intercambio tranquilo de logoi -razones y palabras-, las miradas suaves: siempre así y nunca, nunca, de ninguna otra manera.

martes, 17 de diciembre de 2013

Contemplar, escudriñar

El que contempla no escudriña, decía aquí. Los propios vocablos se adecúan a sus significados. Así “contemplar”, con sus vocales abiertas, señala magnas latitudes, grandes espacios, que sólo pueden ser contemplados y no escudriñados. “Escudriñar”, por el contrario, con esa “u” y esa “i”, vocales cerradas, con ese “cudri” que parece un bisturí, apunta a algo pequeño, cerrado, a lo que hay que acercarse mucho para verlo, para es-cudri-ñarlo, nunca para contemplarlo.