martes, 14 de enero de 2014

Siempre está el se

Más allá del ojo abierto, fuera, no encuentras nada. ¿Lo encontrarás más acá, dentro?
Pero todo descubrimiento exterior, ¿no es simultáneamente un descubrimiento interior? El hombre, al descubrir lo de fuera, ¿no descubre siempre lo de dentro?
El hombre es siempre un se: al encontrar, se encuentra, al buscar, se busca, al amar, se ama. Después hay acentos, claro, gradaciones, pero siempre está el se. En realidad todo es bastante simple: el hombre, en definitiva, no es una cáscara.

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