viernes, 31 de agosto de 2018

viernes, 17 de agosto de 2018

Tópicas homilías

Detesto las homilías genéricas, llenas de lugares comunes, que no bajan al humus de las lecturas y si lo hacen lo pisan de refilón sin traer consigo nada “concreto” en sus manos. Sean cuales sean las lecturas, los presbíteros que proclaman estas homilías, no sé si por falta de tiempo, por pereza, por negligencia o por incapacidad insuperable (lo único que podría disculparlos), se las arreglan muy bien para pasar de ellas, sobrevolarlas olímpicamente y decir los cuatro topicazos de siempre que no alimentan a nadie.

martes, 14 de agosto de 2018

Un sueño


Soñé que estaba en Santiago, dentro de una casa de piedra enorme y sombría. Sus enseres eran antiguos, de otra época. También estaban mis hermanas Lucía y María. Era una mañana de domingo y me aburría muchísimo, tanto que creía que me iba a morir. Después salimos los tres, cada uno por su lado. Mi aburrimiento letal no cesó por ello. Al mismo tiempo, estaba incubándose una amenaza apocalíptica. Se sabía que, no tardando mucho, la tierra comenzaría a aplanarse y llegaría el momento en que se convertiría en una lámina. El día mientras tanto se había ido cubriendo de nubes muy oscuras. Sin embargo la gente no había perdido la comba del domingo y no parecía dispuesta a dejarse afectar por tan terrible amenaza. A mí todo me resultaba de una pesadez abrumadora. Cuando desperté estaba confuso. ¿Qué había pasado? Mi madre, al alimón, también había sufrido una pesadilla, según me contó después.

sábado, 11 de agosto de 2018

Mi ritmo


Ah, si no opinaras tanto, si fueses menos contundente, si me dejases más tiempo para exponer lo mío. No sólo soy más lento que tú, X, y que tú, Y, sino que además necesito serlo, quiero serlo. No me apremiéis -no lo hacéis-, aceptad mi ritmo -ya lo aceptáis. Ya me acelera bastante mi ansiedad como para someterme a velocidades que no son la mía.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Su belleza


Su belleza es tan irresistible que me hace daño y por eso escucho su canto sin mirar su cara. Me moriría de un ansia que ni yo mismo soy capaz de describir. En el cielo la belleza ya no hará daño. ¿Quién dijo esto?