lunes, 10 de febrero de 2014

Leer para gozar

Si, pasado el tiempo, hemos olvidado por completo el contenido de un libro, ¿qué diferencia hay entre haberlo y no haberlo leído? Ninguna, me decía I. Hay una, añadí yo, y es que cuando lo leímos no lo leímos para poder recordarlo al cabo de mucho tiempo sino para disfrutarlo en el momento en que lo teníamos sobre nuestras manos y bajo nuestros ojos. Lo otro nada tiene que ver con la lectura, que no quiere “servir para nada”, tampoco para ser recordada. 

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