viernes, 30 de abril de 2010

De un amor

Quedar colgado de un amor y ya no saber vivir. Todo se va en ansias y desfallecimientos. El centro de uno queda fuera de uno y uno quiere estar en su centro, lo esencial, la vida misma, el aire todo. Si vive, vivimos, si muere, morimos.

jueves, 29 de abril de 2010

Esperar

Esperas en vano y lo vano viene: te quedas vacío.

“Hai que ir indo, hai que ir indo”, se dice el que espera, blasón de su esperanza, tictac de su paciencia.

miércoles, 28 de abril de 2010

El conferenciante

No hay oración a Dios pero hay conferencia sobre Dios. Donde faltó el rezo surgió el discurso. Mucho nos habla de Dios aquél que no habla con Dios. En vez de pianissimo, una tamborrada; sin brisa, un ciclón; sin orvallo, una granizada.

miércoles, 21 de abril de 2010

¡Hágase!

No paso por menos de exigirme ser. ¡A buenas horas iba a querer otra cosa! Por eso pido el “¡hágase!”. Y lo hago, y me hago.

lunes, 19 de abril de 2010

Burro y zanahoria

Me apasiona el modo como una imagen nuestra, ya sea en foto, en vídeo o en un espejo, nos dice “tú eres éste”. Si uno se obstina en mirarla durante un tiempo acaba con más perplejidades que certezas, pues no entrega su secreto, no descorre el misterio. Bajo cierta luz me parece un asunto graciosísimo, como si uno jugara consigo mismo al escondite, creyendo en todo momento que saltará un “¡ya!” y obteniendo por contra un testarudo “todavía no”. Burro y zanahoria de por vida, no faltarán sin embargo breves y milagrosos prendimientos.

sábado, 17 de abril de 2010

Ese poquito

Nombraba una cosa y sentía que se desleía. Querría tener verdaderamente la cosa, y el nombre apenas si la rozaba. ¡Ah, la palabra no poseía, sólo idealizaba, tan blanda frente a lo duro! Pero ¿y si esta impotencia fuese su dignidad, esta pobreza su riqueza? El caer vencida, ¿no la constituía en servidora de aquello que nombraba? Nunca reina, venía a ofrecer sus pequeños servicios mensajeros, ese poquito de ser, de vida, que ella, mal que bien, ponía.

viernes, 16 de abril de 2010

Mares

El caso era zambullirse. Después tendría acceso a las realidades, sus vastos y deseados mares. Se dejaría llevar unas veces y otras sería él el que se condujese con pies y manos azotando el agua. No quería tanto encontrar cuanto abarcar y amar cuanto cupiese en su abrazo, o ser él el que cupiese en el abrazo de otro explorador de mares.

jueves, 15 de abril de 2010

Configurado

Ritualízate, date forma, sé ceremonial. Ataja todo le que en ti se pierde al desbordarse. Búscate en un modelo, encaja en él, sé así perfecto. Recógete en tu horma y esplende desde tu ser configurado. En tu dominio de hombre hecho vivirá a gusto tu mundo salvaje.

miércoles, 14 de abril de 2010

Yo sé quien soy

“Yo sé quien soy”. Esta afirmación de don Quijote le venía una y otra vez a las mientes desde hacía ya algún tiempo. Él no sabía quién era. Lo había sabido en el pasado (¿seguro?) y esperaba volver a saberlo. Entre medias, debería hacer el recorrido que lo llevase del autoconocimiento de ayer al autoconocimiento de mañana, y eso pasaba por ver morir sus seguridades, por matarlas él mismo incluso, pues bien sabía que se habían convertido en parapetos tras los que se ocultaba su identidad. “Yo sé quien soy”, había dicho el Quijote, “yo no sé quien soy”, afirmaba él. Y así, una vez y otra la afirmación quijotesca primero y la negación suya después, se dejaban oír en su interior señalando un camino.

martes, 13 de abril de 2010

El cometa

El entorno era siempre el mismo y muy escaso en sugerencias. Ningún objeto volaba a su alrededor. Todo permanecía atado. El conjunto de sus cosas sólo se alzaría como cola de cometa, y era él el cometa, era él el que debería volar y alzarse para que todo lo demás siguiese su rastro.

lunes, 12 de abril de 2010

¿Qué será de mí?

Sólo si conseguía responder a “¿qué será de mi obra” sabría contestar a “¿qué será de mi vida?”. La primera pregunta no agotaba el segundo pero sí que lo llenaba en un porcentaje muy alto, tanto que, en la práctica, fuera de su obra no sabría que hacer con su vida. Al fin, las dos preguntas se fundían y se convertían en una sola: “¿qué será de mí?"

domingo, 11 de abril de 2010

Historiar

Debemos historiar el mal para vencerlo, saber por qué, dónde y cuándo hemos fallado de modo que no volvamos a cometerlo. De igual modo mayor será el deber de historiar el bien, que será nuestra guía para seguir construyéndolo.

viernes, 9 de abril de 2010

Sus lágrimas

Otra vez, sí, los gritos. ¿Los gritos? Bueno, acaso sólo el ardor de una recriminación desatada. Prefirió quedar en el descansillo de la escalera y esperar. Al rato, se hizo el silencio. No quería averiguar qué había ocurrido esta vez, cuáles eran los estragos. Cuando entró en la cocina faltaba uno de ellos. Se preguntó en qué rincón de la casa estaría sorbiendo sus lágrimas.

miércoles, 7 de abril de 2010

Con los hombres

Le fue devuelta la vida una vez que supo mezclarse con los hombres. Ya fuera en un supermercado, en un cine o en una cafetería, dejaba que llegasen ante él y lo atravesaran. La ración completa de verdad humana que le había faltado durante tanto tiempo la sorbía ahora con pasión, con hambre recién estrenada.

martes, 6 de abril de 2010

Audivisión

Su pelo rojo la constituía en centro de la orquesta. Si a ello se sumaban sus pequeños quehaceres: coger la botellita de agua y beber unos sorbos, alzar el bolsito negro para sacar la cajita con la crema que después se aplicaba a la comisura derecha de la boca, estirar los puños de las mangas para abrigar las manos, si entonces, como digo, se sumaba todo esto, más central se hacía a la mirada del público la pelirroja de la flauta travesera.
Por los oídos entraba la música y por los ojos la acción total que componían los gestos y movimientos del director, de los instrumentistas y de los miembros del coro, enriqueciendo enormemente el argumento de la música, la cual, siendo la más espiritual de las artes, aparecía también como la más  terrena, pues surgía de la carne de los concertistas, de los distintos materiales de los instrumentos y de las vibraciones del aire, espiritual música carnal y matérica.

domingo, 4 de abril de 2010

Yo confieso

Durante casi toda su vida no había hecho uso del sacramento de la reconciliación. Entendía que solo la comisión de un pecado grave debería llevarlo a él. Había bastado el “Yo confieso” y su propia oración para tener presente en su vida la dimensión penitencial. Creyó no necesitar la explícita confesión de sus pecados, si es que en verdad eran leves y solo leves, ante un sacerdote y su posterior absolución. Hubo un año en que su madre le pidió que la llevase a la catedral de Santiago para confesarse. Era Semana Santa. Él, como siempre, no abrigaba ninguna intención de mudar su costumbre. Pero una vez dentro, los confesionarios, que siempre lo habían repelido, le atrajeron. Se acercó a uno y se arrodilló ante el sacerdote. Algo dentro de él había cedido al empuje de una mano misteriosa.

sábado, 3 de abril de 2010

Nubecilla

Nubecilla de palabras, nimbo para nuestro cuerpo, que nombran las cosas, redecilla para pescar en el río de la vida.

jueves, 1 de abril de 2010

Algún día

De alcobas a nidos, de nidos a cuevas, de cuevas a frondas, de frondas a regazos… Algún día, sobre la vasta tierra no temblaría, bajo el cielo inmenso no temería.