Es insoportable pensarlo,
pensar en los aludes de dolor que causa cualquier guerra. La guerra mata
personas, mutila cuerpos, deshace psiques, destruye almas, substrae padres,
hijos, hermanos, amigos, derrumba casas y puentes y escuelas y hospitales,
destroza carreteras y vías de tren, aniquila presentes felices y futuros
esperanzadores, hace huir a todos los que se convierten en refugiados. Millones
de muertos en la Primera Guerra Mundial, muchos más millones de muertos en la
Segunda Guerra Mundial, los millones de muertos de todas las guerras a lo largo
de la historia; millones de heridos, millones de hambrientos, millones de
enfermos, millones de desamparados. Millones de dolores y sufrimientos.
2 comentarios:
Terrible los muertos, más terrible aún los que quedan añorando a los muertos.
"Terribilidades" encadenadas de las que tú sabes mucho más que yo. Pero "lo terrible" no debe ser lo que finalmente triunfe, que no lo será.
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