Como no para de trabajar ya
recogiendo cables ya cerrando bolsas, se pasa los días y las noches
completamente retorcida. Yo la aliso y la libro de sus torceduras, para que
descanse un poco. Por dentro la recorre un alambre, como si fuera su espinazo,
en el que está su fuerza. Las que yo conozco son negras y blancas, aunque
supongo que también las hay de colores. En un blog discuten como llamarla:
precinta, atillo, cerrador, cintillo, alambrín, bimbo (por aquello de que
cierran las bolsas de pan Bimbo), etc. Me gusta cintillo y bimbo; más, el
segundo. El hombre pone nombre a las cosas: la llamaré bimbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario