sábado, 2 de junio de 2012

Ejemplaridad desde abajo, ejemplaridad desde arriba


Se ha dicho más de una vez que cada sociedad tiene los políticos que se merece. La altura moral (o inmoral) de los gobernantes a lo mejor es directamente proporcional a la altura moral (o inmoral) de la sociedad que los engendra. En un grupo humano saneado habrá más probabilidades de que surjan líderes saneados. Estos días en que se habla de las mentiras que nos presiden un día sí y otro también, uno se entera de la mentira que se sacó de la manga  una “buena” señora para cobrar un determinado seguro. A ver con qué autoridad moral podrá quejarse ella de las mentiras que se propalan en las altas instancias del poder. No se da lo que no se tiene. ¿Tiene la sociedad española decencia para poder dar gobernantes decentes? ¿Cuántos hay que tiran piedras y no debieran tirarlas porque no están libres del pecado que acusan? Es difícil que descienda desde arriba la ejemplaridad si al mismo tiempo no asciende desde abajo.

No hay comentarios: