Le das la vuelta a la hoja y ves una nervadura hercúlea y
sanguínea, con ramas, ramitas y ramitillas. Si es su sistema nervioso, por lo
destacado parece estar muy alerta. Pero observo que, expuesta a la luz, no es
necesario acudir a su envés para que luzcan espectaculares sus nervios granates,
casi reventones.
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