jueves, 29 de noviembre de 2018

El abrigo


Una de las cosas que tengo que hacer en mi trabajo es ir a buscar a un pequeñajo cuando alguno de sus padres viene a buscarlo. Esta vez se trataba de una niña de primero, seis añitos pues. Cuando cogió el abrigo yo pensé que se lo pondría como todo el mundo. Pero no. Lo tiró en el suelo con la parte interior hacia arriba y la zona del cuello hacia ella. Entonces va y se agacha, introduce sus brazos en las mangas y levanta el abrigo echándolo hacia su espalda. Me hizo muchísima gracia, puro ingenio y resolución infantiles.

1 comentario:

Josefina dijo...

¡¡¡Pero qué genial!!! Jajaja.