La religión cristiana es la religión del “y”: Jesús “y” la iglesia, el cuerpo “y” el alma, la carne “y” el espíritu, Dios “y” el hombre, el individuo “y” la comunidad, la letra “y” el espíritu, Hijo del Hombre “e” Hijo de Dios, cielo “y” tierra, ya “y” todavía no, tiempo “y” eternidad, gratuidad “y” merecimiento, memoria “y” esperanza, misericordia “y” justicia, hombre “y” mujer… En este plano, nada sabe de “oes” disyuntivas. En el cristianismo, se copula para ser, se es en la cópula. Se suma en tanto se suman realidades. Sólo se restan los males, en tanto que son una “no-realidad” por ser un “no-bien”.
3 comentarios:
Y qué buena entrada. Fe y obras.
Ayer leía en Flannery (perdón por la insistencia) que el mal es preferir un bien menor al bien mayor [porque el mal no existe], pero ya pondré el texto por ahí un día de estos.
Y también me gusta de esa serie de 'y' el que pongas un 'e', vamos que lo importante no es la letra (o mejor lo importante es la 'letra y espíritu'; se podría decir también: 'y' y 'e').
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