En algún momento entré en tu casa y dije “sí”, mientras sujetabas mis manos. En algún momento me quisiste siempre tuyo, a tu vera, descalzo, con la cabeza descubierta. En algún momento se hizo imposible que yo desviara de ti mi atención, único camino, única verdad, única vida. Ese momento fue ayer, es hoy, será mañana.
2 comentarios:
Y será siempre Suso.
Muy bueno.
Así lo espero, Javier, para mí y para todos.
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