lunes, 28 de febrero de 2011

Tiene su gracia

En cada edad la sonrisa tiene su luz. La de un anciano, asentándose sobre la decadencia del final de los días, le hace a ésta un guiño cómplice, haciendo suyas las palabras de Gil de Biedma: “Envejecer tiene su gracia”. Esta gracia que salta en los rostros de nuestros mayores es uno de los más tiernos regalos que nos hace la vida.

2 comentarios:

Joaquín dijo...

Creo que lo que pasa por la cabeza de un viejo, no nos lo podemos imaginar los más jóvenes. Están a otra altura.

Jesús dijo...

Bueno, sobre los viejos que tiene uno cerca si es posible imaginar lago, ¿no? Digamos que están a una altura accesible.