“Reza por mí”, te dijo con apenas un hilillo de voz, poniendo su vida sobre tus hombros. ¿Cómo se reza por alguien? Pues como te salga, solo faltaría que uno perdiera el tiempo haciendo mala teología cuando es la vida de una persona la que está en juego. Dios las coge al vuelo, y sabe que eso que tú piensas que haces malamente es lo que se te ha pedido. Sentirse intercesor puede ser abrumador, pero de esta bruma hay que salir enseguida, ya, venga, si estorba para mostrarse expeditivo en la intercesión que se nos ruega.
2 comentarios:
"Dios las coge al vuelo", eso es una jaculatoria airosa, sí, señor. Me la pido para hoy.
Tuya es.
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