Es necesario tener muchos “qué más da” o
“qué importa” no ya para sobrevivir sino simplemente para vivir. Yo muchos ya
los tengo por instinto, antes de toda programación, y creo que cada vez acumulo
más. Más que por desprecio u orgullo, quisiera tenerlos por santa indiferencia,
teniendo puesto el corazón en lo que verdaderamente importa, y así que me
brotasen de él, de su abundancia y no de su vacío.
2 comentarios:
Ah, que propósito más sabio.
Y liberador, muy liberador.
Un saludo, Inmaculada.
Publicar un comentario