Llega la hora de la clase de música y aparecen los niños y las
niñas de la mano de sus papás y sus mamás. Pasa la hora y la escena se repite,
sólo que ahora desaparecen. Me complace ver a estos diminutos aprendices musicales,
con sus carpetas y, los más mayores, ya con sus instrumentos. En las horas de
ensayo, la banda de música se convierte en la banda sonora del vecindario.
1 comentario:
La música es la reina en todos lados.
Me ha gustado tu blog.
Mis saludos.
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