(…) vida en fin, que se fundara antes en la confianza del bien, que en el recelo del mal (Benito Pérez Galdós, La corte de Carlos IV). Una pedagogía que acentúe más lo segundo, “el recelo del mal”, que lo primero, “la confianza del bien”, comete un error gravísimo, el de poner más empeño en erradicar la cizaña que en cuidar el trigo.
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