No he leído La hoguera de las vanidades, pero a su luz me pregunto si las vanidades, tanto como se recrean en el fuego que levantan, son igualmente pasto de él. Estaría bien que fuese así, y que en su pecado estuviese también su penitencia.
2 comentarios:
Fernando
dijo...
Anímate a leerlo, Suso: es un tomazo enorme, pero muy fácil y agradable, sea cierta o no la realidad que describe.
2 comentarios:
Anímate a leerlo, Suso: es un tomazo enorme, pero muy fácil y agradable, sea cierta o no la realidad que describe.
Tomo nota de tu consejo.
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