“Ligero de equipaje, como los hijos de la mar”, como los setenta y dos discípulos que no llevan "dinero ni alforjas, ni otro calzado que el puesto”. Poner las esperanzas en la Esperanza, entregarse a una confianza loca, desnudo. Quemar las naves y sobre una tabla, quedar entre cielo y mar. En el cero de la vida, encontrar de nuevo el camino que nos conduzca a casa.
2 comentarios:
Sobre la tabla algunos hacen maravillas.
Gracias surfista, muchas gracias.
Ya quisiera yo ser surfista...
Publicar un comentario