La fotografía, a diferencia del resto de las artes, es técnicamente fácil. Con tomar una cámara, ponerla delante del ojo y disparar está todo hecho. Esto hace muy probable, por no decir certísimo, que en los millones de álbumes, analógicos o digitales, que en el mundo hay podamos encontrar una gran fotografía, que no desmerecería al lado de las de los grandes fotógrafos, una foto que un inexperto buscó y le salió en unos casos, otra que simplemente se disparó al azar en otros, o la de alguien que, sin buscar nada, pretendiendo algo simple, fotografiar a un anciano por ejemplo, obtuvo algo que de simple no tenía nada. Sería muy interesante organizar una exposición con estas fotos maestras “por casualidad”, escogidas de entre la millonaria cantidad de ellas que anda repartida por los millones de álbumes anónimos.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo en que la fotografía exige mucho intelectualmente, pero muy poco física, técnicamente.
Saludos
Lo que ya no está al alcance de cualquiera es tener una mirada a lo largos de años y con ella crear un corpus fotográfico. Mirar mira cualquiera, pero mirar como lo hace, por ejemplo, Cristina García Rodero, a través del tiempo y del espacio, es ya una aventura intelectual de alto voltaje.
Un saludo, José Luis, y gracias por tu paso por aquí.
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