lunes, 3 de noviembre de 2014

Un empujoncito

Un empujoncito bastaría para que, de ser agnóstica, pasase a ser creyente. Intuyo que la barrera que impide el salto no es de tipo intelectual sino psico-afectivo, y éste sería salvable si se sumasen una serie de circunstancias. No es imposible que se den en un futuro, y lo que presumo empujoncito seguramente no bastaría y tendría que ser un buen empujón. El caso es que la veo ahí, al borde, con toda la fuerza de la carne y de la historia reclamándola para que dé el salto. Muchas veces son resistencias vitales que resultan de las complejas tramas de la existencia personal las que apartan a las personas de la fe más que argumentos puramente intelectuales.

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