Recogeré tu último aliento y con él se irá el mío. Te mantendré mucho tiempo dentro de mi abrazo, haciéndome la ilusión de que sigues viva, de que seguirás viva para siempre. Mi mano acariciará tu rostro todavía caliente, sentirá la infinita dulzura de tus arrugas. No sentiré tu peso, será como el de un pájaro y como él te echarás a volar. Madre, ¿te dejaré partir? Ahora arrancas las vainas de los guisantes. Tienes a tus pies los rastrojos. No comprenderías mi idealización absoluta, pero sí mi amor más allá de todo límite. A cada minuto lo tienes, sorprendido de tu existencia colosal y menuda. ¿Quién os inventó, madre, quien os hizo así, tan carnales y vaporosas?
3 comentarios:
Dicen que madre solo hay una, pero que grande es el momento en que te das cuenta...
Misk
Suso, que belleza tan profunda tiene este texto tuyo...me ha llegado tan dentro, lo he sentido tan mio...mil gracias por compartirlo.
Gracias Misk, gracias Maripaz.
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