viernes, 12 de diciembre de 2008

Cascada del amor

Dios cae: se hace Jesús.
Jesús cae: se hace pan.
El pan cae: se hace nuestro.

7 comentarios:

Alejandro Martín dijo...

Y la última caída: la nuestra. Y Dios nos recoge.

Jesús dijo...

"Todos caemos. También decae esta mano (...) / nadie se libra de esta dolencia: la caída. / Pero siempre hay Uno cuyas suaves manos / no traspasa este decaimiento universal":
Rainer Mª Rilke.

Alejandro Martín dijo...

Me encanta ese poema. Hice en su día mi propia traducción para la revista Númenor.
Seguimos de coincidencias, ¿no...?

Jesús dijo...

Seguimos, Alejandro, seguimos, y espero que no se acaben. A ver si coincidimos algún día en alguna taberna: estás invitado a una Guinnes.

Los versos de Rilke me los encontré citados en algún lado. Me gustaría conocer tu traducción de los mismos. ¿Me puedes remitir a algún lado, para verla?
Un abrazo.

Alejandro Martín dijo...

No está en Internet. Te la copio, aunque seguro que la que tú tienes es mejor: "Las hojas caen, caen como desde lejos / como si se estuvieran marchitando / en el Cielo jardines muy lejanos. / Y en las noches, la tierra pesada, desde todas las estrellas / cae en la soledad. / Todos caemos. Esta mano cae. / Y mira otras: siempre pasa lo mismo. / Y sin embargo hay Uno que, en dulzura infinita, / sostiene con sus manos la caída" (Rilke, "Otoño").

Juan Antonio González Romano dijo...

Hermosa manera de caer, que no es caer...

Antonio dijo...

Prefiero no caerme.

Antonio