martes, 16 de diciembre de 2008

Burro

Una y otra vez me vuelve la explosión de aquel día, nefasta en todos los sentidos, surgida de Dios sabe qué rincón de mi ser. ¿Qué espita abrió en mí aquel rugido, aquella fiereza? No lo sé, realmente no lo sé. Uno lleva su demonio dentro, ojalá que no más que un diablillo, y a la que puede, hinca su pezuña de macho cabrío. Haré bien en hacer lo que me dijo Alfonso cuando se lo conté: verme como un burro que rebuzna, y no darle mayor importancia. Mejor burro que demonio, desde luego.

5 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

Todos hemos sido un poco (o un mucho)burro alguna vez. La cuestión está en que los rebuznos esporádicos no se conviertan en continuos. Ya sabes, amigo Suso: el que esté libre de pecado...

Jesús dijo...

... que suelte el primer rebuzno.

Cualquier día convoco un concurso de resoplidos de burro: ¿te apuntas?

Juan Antonio González Romano dijo...

Me apunto, faltaría más...

Anónimo dijo...

Temo que llevaría las de ganar. Pero rebuznar es lo de menos, lo peor de emburrecerse es que nadie -nadie- se puede acercar:
Tú fíjate qué fácil tengo lo del concurso, que fue al encontrarme esto en los Salmos cuando me pareció que hablaban conmigo: Sí, sí , que es a ti...

S.73,21-22: "cuando mi corazón se agriaba y punzaba en mi interior, yo era un necio y no entendía, era como un animal ante ti ('ut iumentum', más bien 'como un burro').

Y entonces llega el S.32,9 y te dice: "no seáis irracionales como caballos o mulos cuyo ímpetu hay que domar... si no, no puedes acercarte".

Muchas gracias por hacérmelos buscar y recordar.
Y gracias también por los hilos de tus ovillos. Hay algo en ellos que a veces me recuerda a Bobin. Si no has leído su autorretrato con radiador, búscalo. Fue una excelente recomendación de Arp, te gustará.

Jesús dijo...

Gracias, Cristina. Las citas de los salmos son impagables. Y buscaré, por supuesto, lo de Bobin.