El
oficio de vivir, de Cesare Pavese, es uno de los
títulos más hermosos que pensarse pueda. Yo lo habría querido para dos libros
míos pero no se lo podía pisar. Lo que sí hice fue tomar una mitad para uno y
la otra mitad para el otro. Así, “El oficio” me sirvió para titular El oficio de un corazón y “de vivir”
para El trabajo de vivir. Otro título
del cual quisiera tener también el copyright es Los trabajos y los días, de Hesíodo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario