El cielo no puede anular las relaciones que
en la tierra nos constituyeron
esencialmente pues resucitará el que fuimos, no otro, y el que fuimos lo
fuimos de una determinada manera y no
de otra. Tendremos que reconocernos a nosotros mismos en la vida eterna y esto
no será posible si los protagonistas esenciales de nuestra vida terrena no lo
continúan siendo allí. Pero ¿cómo será esto, de qué manera mis padres, mis
hermanos, mis amigos, mi cónyuge, mis hijos, mis abuelos, mis nietos, serán
allí mis padres, mis hermanos, mis amigos, mi cónyuge, mis hijos, mis abuelos,
mis nietos? ¿Cómo continuará allí toda la vida que me construyó y que yo construí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario