lunes, 9 de julio de 2012

La farola


Creemos que la única razón por la que la farola se dobla es para iluminar la calle, pero yo no descarto por lo menos otras dos, la curiosidad y la reverencia. Es indudable que de ambas cosas nos encuentra dignos; peculiaridades no nos faltan, y, aunque malos, ese poco de bondad que descubra en nuestros corazones querrá venerarlo para que, en lo que a ella respecta, no carezca de protección.

2 comentarios:

Inmaculada Moreno dijo...

Cuánta poesía hay en estas miradas

Jesús dijo...

La que merecen las cosas, ¿no crees?