lunes, 30 de julio de 2012

Simpatía de santo


Dice Marañón en su libro sobre el emperador Tiberio que lo que hace que las personas resulten simpáticas o antipáticas es su generosidad o la ausencia de ella, respectivamente. Pero también puede ocurrir que uno sea lo suficientemente generoso -lo suficientemente simpático- como para no advertir, o pasar por alto, esa carencia del antipático, de modo que ya no aparecerá como tal. Generosidad de santo, claro está.

No hay comentarios: