¿Quién esperaría encontrar tras la piel áspera y peluda del
kiwi una pulpa verde y brillante? ¿Y quién, tras la dura corteza verde oscuro
de la sandía, podría imaginar unas vísceras tan rojas y acuosas? El blanco
coco, ¿no es todo un descubrimiento cuando abrimos su envoltorio castaño y peludo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario