He vivido con profunda emoción todo lo que CB empezó aquí y cuadró aquí, emoción a la que sólo hago justicia si la califico de espiritual y que me hizo experimentar de un modo para mí desconocido eso que llamamos la comunión en la misma fe. Este, y no otro, ha sido el “embolado” (¿te suena, CB?) en el que en buena hora me metí.
Que te conste, Cristina.
2 comentarios:
No sé qué decirte, Suso, con lo que yo largo, salvo gracias otra vez.
Ni te imaginas lo que he aprendido estos días, y no sólo sobre el "así como nosotros perdonamos"
(por ejemplo que la teología no se estudia, sino que imprime carácter. Suso, de la Escuela de Salamanca, como dijo Ángel, es una realidad que impresiona: la seriedad, la responsabilidad, la finura, la disponibilidad... y el afecto). Gracias.
Permíteme, CB, un retoque: la teología, para que imprima carácter, hay que estudiarla. En mi caso, así fue.
Y gracias devueltas, una vez más, ad infinitum...
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