¿Controla el escritor su escritura hasta el
punto de que pueda volverla más inteligible, si este fuera el caso? ¿O no
podría aunque quisiera? Olegario González de Cardedal, en el prólogo de su
libro El quehacer de la teología, dice:
“Con el fin de facilitar la lectura, me
he esforzado para que el estilo fuera lo más transparente posible, evitando
los tecnicismos” (El subrayado es mío). Olegario quiso y supongo (no leí el libro) que pudo hacer que su estilo fuese “más transparente”. Esto viene a
cuento porque a mí gustaría entender más y mejor a un determinado bloguero que
tiene un estilo a ratos oscuro y enrevesado, lo que hace que yo me aleje de su
lectura. Si fuera su amigo tal vez me atreviese a hablarle de esto mas no es el
caso. Mi pregunta inicial de todos modos persiste: ¿le sería posible escribir de un modo más
“transparente”? Porque a lo mejor no podría aunque quisiera. ¿Escribimos como
queremos, como podemos o todo a un tiempo?
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