El verano se apresta a hacernos “ligeros,
como los hijos de la mar”: fuera abrigo, fuera jersey, fuera camiseta, fuera
calcetines, fuera bufanda, fuera visera, fuera guantes, fuera zapatos..., fuera
todo si la desnudez, rea de la culpa, no nos avergonzase. Y poco queda: una
camiseta, un pantalón ligero, unas sandalias. Pesamos menos, somos más.
2 comentarios:
A mí me dan envidia esos jóvenes que meten lo que tienen en una mochila y así van, casi con lo puesto.
Y después cumplimos años y apañamos cosas. ¡Y cuánto ocupan y pesan!
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