El aforismo, que es una gota, yo lo quiero a cuentagotas. Por eso no me gustan los libros repletos de ellos. Interesado en Gómez Dávila, del que nada sabía, abrí un día un libro suyo en la librería “Follas Novas” de Santiago. Casi me da algo. Un fulgor te alumbra, mil fulgores te calcinan; una mosca es un ronroneo, mil moscas un trueno.
2 comentarios:
Estoy contigo.
Pero Gómez Dávila me chifla. El cuenta gotas lo pongo yo, sino me revienta la pelota, eso es cierto.
A ver si, siguiendo tu práctica, lo intento de nuevo con Gómez Dávila.
Aunque no sé...
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