La iglesia tantas veces puta, claro. Pero, a este respecto, yo prefiero ser hijo de puta que hijo de nadie. Pues sólo el que no renuncia a ser hijo de tal madre puede hacer algo por ella, devolverle la pureza, sacarla del burdel, cosa que sólo conseguirá si él mismo logra escapar de él. ¿O es que no soy yo acaso tantas veces la puta?
2 comentarios:
Uf Suso, y tanto, y tanto...
Con la Iglesia hemos topado...
Amén
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