Cuando entras en un ámbito de luz, las cuestiones que te asediaban desaparecen como por ensalmo. Nada se ha resuelto a nivel estrictamente intelectual, racional, y en tal sentido sigues sin respuesta. Pero lo que ya no sigue es el punzamiento de la pregunta, su aguijón, su cara de esfinge acosadora. Continúas en el mismo punto pero más arriba, donde el enigma ha depuesto sus cuchillos.
3 comentarios:
Suso, me pasa ahora que he dejado de ver la vida "en lineal" y he pasado a verla "en espiral" como cuentas.... ¿Tú crees que es normal esto? Dar vueltas para acabar quizás más cerca del centro pero un lugar que te parece el mismo o por el que ya pasaste...
Nunca lo vi mejor dicho, Suso. Es así: allí donde, aunque sigas sin entender, confías.
Y qué cierto lo que añade Aurora sobre esos sitios que parecen los mismos pero no son los mismos. Como no son lo mismo los sitios por los que pasaste sola cuando los ves de nuevo en compañía de alguien a quien quieres y te quiere. Los horribles lo parecen menos, los hermosos lo parecen mucho más... no hay color: "et in se permanens, omnia innovat".
El Misterio, si no "resuelve" la cuestión, la "disuelve", y esto es muchísimo.
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