miércoles, 4 de junio de 2008

Espeleólogo

Hay corrientes anímicas superficiales, episódicas, y corrientes anímicas profundas, de largo alcance. Tomar decisiones siguiendo las primeras y sin estar atentos a las segundas, es apostar a caballo perdedor. Si uno desconoce qué siente realmente, allá en lo hondo, dará palos de ciego. Hay que ser espeleólogo de uno mismo y llegar hasta el fin de la sima, ver lo que hay, y decidir.
Si se puede.

1 comentario:

Olga Bernad dijo...

Estoy de acuerdo. Si hay algo que mirar, y si podemos.