Hay corrientes anímicas superficiales, episódicas, y corrientes anímicas profundas, de largo alcance. Tomar decisiones siguiendo las primeras y sin estar atentos a las segundas, es apostar a caballo perdedor. Si uno desconoce qué siente realmente, allá en lo hondo, dará palos de ciego. Hay que ser espeleólogo de uno mismo y llegar hasta el fin de la sima, ver lo que hay, y decidir.
Si se puede.
Si se puede.
1 comentario:
Estoy de acuerdo. Si hay algo que mirar, y si podemos.
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