miércoles, 25 de marzo de 2015

Habitar un libro

¿Cómo ha de ser la lectura que logre que habitemos un libro y que un libro nos habite? ¿De qué manera podemos conseguir que nos acompañe siempre? ¿Cómo se crea poso, sedimento, raíz? Volviendo al libro, abriendo de nuevo sus páginas y demorándonos en él todo lo que haga falta, con él respirando, con él viviendo, con él caminando: con las suplicantes, con Orestes, con Prometeo, con Héctor, con Ulises, con Áyax, con Filoctetes, con Edipo, con Antígona, con Heracles, con Ana Ozores, con Fausto...

No hay comentarios: