sábado, 12 de julio de 2014

Monstruos redivivos

Ayer tuve unos inicios de sueño pesadillescos: monstruos irreconocibles se empeñaron en no dejarme dormir y al fin tuve, cosa verdaderamente increíble, que cerrar la puerta y atrancarla con la mesita, para que no se colasen por la rendija. ¡Qué inesperada y tontorrona vuelta a los temores de la infancia! Me levanté con la cabeza zumbona y así sigo, mientras voy haciendo pie sobre el solar del mundo.

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