lunes, 15 de abril de 2013

El fracaso de la inteligencia



En mis últimas lecturas la indocta ignorancia, el tópico falseador, el prejuicio que se resiste al juicio que lo contradice, la desidia para aventar las mentiras, han sido temas recurrentes. En No siempre lo peor es cierto, de la historiadora Carmen Iglesias, en Tantos tontos tópicos, de Aurelio Arteta, en Los “Tiempos Recios” del Arzobispo Carranza. Monarquía-Papado I. Carlos V y Felipe II, “Columnas de la Iglesia”, de mi añorado José Ignacio Tellechea Idígoras, en Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina, traído por un tema o por otro, al hilo de cuestiones distintas, el afán de no saber, la voluntad de no ver, el poder imponiéndose a la verdad, el “siempre ha sido así y así seguirá siendo”, el nacionalismo practicando su acostumbrado victimismo frentista, la ideología venciendo a la idea, el tópico resistiéndose a ser corregido por lo ectópico, la discrepancia vista siempre como ataque, el sentido común apareciendo como el menos común de los sentidos, la pertinacia en la insensatez, en suma, como diría José Antonio Marina, el fracaso de la inteligencia, me ha salido al paso una y otra vez.

2 comentarios:

Conrad López dijo...

Déjate de líos, y lee sólo novelas en las que gane el bueno.

Un abrazote, Suso.

Jesús dijo...

Dime una.

Un abrazo, Conrad.