lunes, 23 de junio de 2008

Callo

Callo, callo y me asiento, escucho, espero. No me lleva a hacerlo estrategia alguna, a no ser la de la vida misma que me invita, desde lo profundo, a callar, como me invita a respirar, a ver, a sentir. No hay cálculo, ni lenguaje, ni acaso proyecto, sólo un billete en blanco en el que nada tengo que garabatear. Callo para vivir.

1 comentario:

Juan Antonio González Romano dijo...

Callar es de sabios. Y qué difícil es encontrar el silencio en un mundo como el que nos rodea.
Callados leemos, y así también vivimos. Cuando el amor aparece, también se hace el silencio. Una vez, un profesor nos dijo en clase una frase magistral: "el mejor medio de comunicación es el silencio, no porque no haya nada que decir, sino porque las palabras se quedan cortas". Ahí quedó eso...