jueves, 9 de mayo de 2013

Vuelva usted mañana


Uno de los grandes aciertos de Carmen Iglesias en su obra No siempre lo peor es cierto es practicar la historia comparada. Comparar la historia de España de un determinado período con la de nuestros países vecinos entierra mentiras, levanta verdades, hace justicia. A propósito de Larra, “magnífico escritor”, dice que “desconoce, como en buena medida desconocerán parte de los románticos y regeneracionistas, la historia real de España, ocupados en grandes trazos generales que tienen más que ven con la filosofía de la historia”. Y continúa:
“Francisco Ayala señaló en La imagen de España que cuando Larra fustiga la pereza española con su famoso artículo «Vuelva usted mañana», tan ampliamente copiado, difundido y alabado (y desde luego magnífica pieza literaria) está escribiendo desde su mentalidad de emigrante afrancesado, que ha recibido en Francia su primera educación, y que observa a España a través de la mentalidad del activo empresario M. Sans-Délai. Pero el fenómeno no tiene nada que ver con la estupidez o la pereza, con cualidades intelectuales y morales de ninguna especie, sino que [...] se trata de un desajuste de pautas culturales. El descuido del tiempo y la informalidad hispana -en contraste con la proverbial puntualidad del británico, para quien el tiempo es oro- corresponde a las condiciones laxas de un ambiente social precapitalista, con una organización que no depende de horarios rígidos, tal como los estudios de Max Weber, Simmel y otros grandes nombres de la época dejaron asentado.

Desde luego, no faltaron voces, como la de don Juan Valera, buen conocedor de otras realidades europeas y americanas, que supieron contextualizar la situación española y llamar la atención sobre la tendencia al «empequeñecimiento de nuestro pasado» y «el olvido que nosotros mismos tenemos de nuestras cosas»; pero no fue esa postura, sino la de crítica y lamentación acerba la que se difundió en buena parte de la gran intelectualidad del siglo XX”.

(La hiedra)

lunes, 6 de mayo de 2013

Enjugaré las lágrimas de vuestros ojos


VOINITZKII (a Sonia y acariciándole el cabello con la mano).- ¡Niña mía!... ¡Cuánto sufro!... ¡Oh, si supieras cuánto sufro!...

SONIA.- ¡Qué se le va a hacer!... ¡Hay que vivir! (Pausa.) ¡Viviremos, tío Vania!... ¡Pasaremos por una hilera de largos, largos días..., de largos anocheceres..., soportando pacientemente las pruebas que el destino nos envíe!... ¡Trabajaremos para los demás -lo mismo ahora que en la vejez- sin saber de descanso!... ¡Cuando llegue nuestra hora, moriremos sumisos y allí, al otro lado de la tumba, diremos que hemos sufrido, que hemos llorado, que hemos padecido amargura!... ¡Dios se apiadará de nosotros y entonces, tío..., querido tío..., conoceremos una vida maravillosa..., clara..., fina!... ¡La alegría vendrá a nosotros y, con una sonrisa, volviendo con emoción la vista a nuestras desdichas presentes... descansaremos!... ¡Tengo fe, tío!... ¡Creo apasionadamente! ¡Ardientemente!... (Con voz cansada, arrodillándose ante él y apoyando la cabeza en sus manos.) ¡Descansaremos! (Teleguin rasguea bajito en la guitarra.) ¡Descansaremos!... ¡Oiremos a los ángeles, contemplaremos un cielo cuajado de diamantes y veremos cómo, bajo él, toda la maldad terrestre, todos nuestros sufrimientos, se ahogan en una misericordia que llenará el Universo!... ¡Y nuestra vida será quieta, tierna, dulce como una caricia!... ¡Tengo fe!... ¡Tengo fe! ... (Secándole las lágrimas.) ¡Pobre! ... ¡Pobre tío Vania!... ¡Estás llorando! (Entre lágrimas.) ¡Tu vida no conoció la alegría..., pero espera, tío Vania, espera!... ¡Descansaremos! (Abrazándole.) ¡Descansaremos! (Se oye el golpeteo del cayado del guarda. Teleguin rasguea en la guitarra, María Vasilievna anota algo en el margen del artículo que está leyendo, Marina hace calceta.) ¡Descansaremos! (El telón desciende lentamente.)
(Anton Chéjov, Tío Vania).


DIOS.- Así es, Sonia, bella y magnífica Sonia, y Vania, pobre tío Vania. Enjugaré las lágrimas de vuestros ojos y ya no habrá muerte ni duelo, ni llanto ni dolor porque lo viejo ha pasado. Descansaréis, sí, hija mía, hijo mío: yo hago nuevas todas las cosas.

viernes, 3 de mayo de 2013

Agujero negro, agujero blanco



Así como el misterio de la iniquidad abre en mi fe un agujero negro, la existencia del cielo abre uno blanco. Allí me tambaleo, aquí estoy firme; el primero agrieta mi fe, la segunda la cierra sin fisuras.

jueves, 2 de mayo de 2013

La muerte de sus fieles

“Mucho le duele al Señor la muerte de sus fieles”, canta el salmista (Salmo 116, 15). No nos apresuremos entonces a decir que tal o cual muerte fue voluntad de Dios. Pongamos aquí más misterio o, mejor, respetemos el que hay.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Jesús de Nazaret



El Jesús interpretado por Robert Powell es tan prodigioso, tan exacto, que convierte a la miniserie de televisión que protagonizó en 1977, Jesús de Nazaret, de Franco Zeffirelli, en un evento extraordinario. Uno no tarda en pensar que además de contar con la musa debió de contar con la Gracia, la piel y el espíritu de Jesús cayéndole desde el cielo y cubriéndole. Me resulta casi imposible pensar que el actor británico estuviese simplemente interpretando a Jesús: lo estaba siendo de algún modo. Viéndolo, recordé la genial reflexión que desarrolla Romano Guardini en La realidad humana del Señor. Aportación a una psicología de Jesús (1958). Cito un texto entre muchos: Aunque “en Jesús existe lo psicológico, pues es hombre, en cuerpo y alma”, de él “no hay imagen de carácter, no hay estructura psicológica, no hay tipo, no hay biografía [...] Que Jesús no puede ser disuelto psicológicamente; que no puede ser entendido partiendo de lo que sabemos sobre el ser del hombre; que no se le puede desvelar, ‘descubrir’, todo ello constituye su ‘principialidad’”. Zeffirelli, Robert Powell y todo su equipo han conseguido filmar este ensayo de Guardini sobre la psicología Jesús. Ésta no cabe en ningún test, se escapa, está más allá, recogida en el centro desde el que Jesús es Jesús y que no es otro que el Padre.
La elección del resto de los actores y actrices de la película del director italiano es irreprochable y en su actuación magnífico excepto en un punto: el intérprete del niño Jesús. Un niño rubio de piel finísima y ojos azules inmaculados que resulta, de tan angélico, grimoso e inverosímil, único punto negro, de tan blanco, de un film espléndido.

martes, 30 de abril de 2013

Bajoplano



No me parece apropiado calificar de altoplano la etapa de mi vida en la que ahora estoy -48 años-, porque en él sopla un viento fuerte que te empuja y te hace avanzar muy rápido, figura de un tiempo que seguiría pasando vertiginosamente. Se trata más bien de un bajoplano en el que el aire se mueve con lentitud: un tiempo, quién lo diría, de nuevo remansado, como el que vivimos cuando somos niños.

lunes, 29 de abril de 2013

Manías



Tras decirle que nunca más le cogería manía a nada ni a nadie, CB me respondió que las manías pueden alertarnos del desvío o equívoco de aquello que las despierta en nosotros. Pensé entonces en las últimas que había tenido y, en efecto, en ambos casos era, y es, para mí claro el error al que apuntaban: en un caso se trata de un proyecto político y en el otro de un sistema intelectual. Con todo no quiero que se encarnicen hasta el punto de que, convertidas en aversión intelectual, me dejen a las puertas de otro tipo de aversión nada recomendable.