No son pocas las veces que aparece la palabra
“héroe” en los medios. Puede incluso que lo haga con demasiada frecuencia. Los
de la roja fueron unos “héroes”, Rafa Nadal acaba de ser un “héroe”, “héroes”
son los de la plataforma contra los desahucios, los tédax son igualmente unos
“héroes”, y así otros muchos que podrían citarse.
¿Será que los necesitamos como una
suerte de adrenalina moral que ponga nuestras almas a funcionar? Lo
verdaderamente contrario de moral, decía Ortega, no es inmoral sino
desmoralizado. De hecho cuando se dice que uno está bajo de moral es que está
bajo de ilusión. Los héroes entonces serían moralizantes en tanto que
ilusionantes, levantadores del ánimo.
4 comentarios:
Buenos días Suso. Necesitamos los estímulos de quienes superando la gravedad se levantan sobre sus debilidades y realizan gestas a favor de sus semejantes dejando en la estacada, honra, haciendas, etc. Los medios distraen con ilusiones, los verderos héroes no hacen tanto ruido en vida y es tras la muerte que los españoles nos sorprendemos.Un abrazo.
Muy bueno lo de "superando la gravedad". El héroe le echa un pulso a Newton y le gana.
Un abrazo.
Yo creo que de esa constante tensión entre nuestro deseo de absoluto y el vuelo bajo a que nos obliga nuestra naturaleza imperfecta y finita, nace la necesidad del héroe y de las utopías, para poder soportar "la insoportable levedad de nuestro ser".
...de modo que pasemos a hablar de "la soportante gracia de nuestro ser".
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