sábado, 27 de febrero de 2010

Nombrado

Nombrado por otro, quedas a salvo de la difuminación. Tiene tu espesor un límite en el que permanecer, una silueta tu masa. Al albur del azar ya no estás. Del rescate son las huellas.

4 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Qué bonito. Y qué cierto. Pocas cosas como que te nombren con cariño.
Y no hay nada como merecerlo.
Buen sábado, Suso (y te lo digo con cariño;-)

Jesús dijo...

Buen sábado, Olga, también con cariño te nombro.

Juan Antonio González Romano dijo...

Ya lo dijo el maestro Juan de Mairena:

Dicen que un hombre no es hombre
hasta que no oye su nombre
de labios de una mujer...
Puede ser.

Buen fin de semana, amigo Suso.

Jesús dijo...

Gracias por tus palabras, amigo Juan Antonio. Buen fin de semana también para ti.