Soy caballero del punto fijo, aquél al que mi
mirada se ata cuando necesito estar relajado. Puede ser una gota, una antena,
una chimenea. Puedo estar en silencio o puede sonar la música, las Vingt
regards sur l'enfant Jésus, de Olivier Messiaen, por
ejemplo.
1 comentario:
Qué bueno.
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