No sé cuántas parejas heterosexuales en este mundo nuestro
prefieren ser eso, pareja, o compañero o compañera, y no marido y esposa. El
caso es que, atendiendo un día a una mujer en el colegio, a la que conocía, al
preguntarle por su marido, dio un respingo y salto toda exclamativa: “¡No es mi
marido!” Recordé en seguida que, efectivamente, eran pareja de hecho. En el
otro lado, los homosexuales han luchado con denuedo para ser, ellos, marido -aquí
salto también yo todo exclamativo- ¡de un marido! y, ellas, esposa ¡de una esposa!
Curioso mundo nuestro…
1 comentario:
No tan curioso. Hay muchas parejas homosexuales que prefieren ser eso, parejas, y no otra cosa. La "lucha" en cuestión es sólo para que los homosexuales tengan, como los heterosexuales, la opción de casarse si lo desean. La opción, no la obligación; como tampoco la tienen los heterosexuales.
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