Del “manto de plata”, para referirse a las
heladas mañaneras que por fin han llegado, ya está uno un poco harto, pero
tampoco es fácil encontrar una expresión que la sustituya con el mismo efecto.
¿Manto de tiza, de harina, de azúcar, de cal, de leche, de algodón? Como que
no. Habrá que seguir tirando de la plata, reinventándola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario