Si no me conformo con lo que dejas al pasar,
si a eso, poco o mucho, no me atengo, ¿qué podrán al final ofrecerte mis manos?
jueves, 27 de diciembre de 2012
jueves, 20 de diciembre de 2012
Cuándo
Este
cuerpo mío me ha valido para hacer el camino de mi vida, incluso cuando,
enfermo, sin destreza o remolón, no secundaba los vuelos de mi espíritu. Me
pregunto, sin embargo, si en tales casos existieron tales vuelos. ¿Pero cuándo
cuerpo, cuándo espíritu, o cuándo alma, acaso el vínculo entre los dos? ¿Cuándo
todo a un tiempo? Una sola hondura nos constituye, y desde ahí somos el que
somos, cuerpo siempre, alma siempre, espíritu siempre.
viernes, 30 de noviembre de 2012
Padre, perdónalos
Comíamos no hace mucho Matilde y yo en “A Curtidoría”, en la parte
vieja de Santiago.
-¿Por qué, se (me) preguntaba, cuando estaba en la cruz Jesús
dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y no “yo os perdono” como
había hecho hasta ese momento?
-Es cierto, no había caído en ello. Sí, ¿por qué?
Durante su vida pública es Jesús quien perdona los pecados
porque tiene autoridad para hacerlo: es el Hijo en quien el Padre se complace y
sobre el que baja el Espíritu. Él, por ser el Hijo, puede todo lo que puede el
Padre. Por otra parte, los pecados que perdona no lo tienen a él como objeto
principal, no es él aquél cuyo daño es el que se busca en primerísimo lugar. En
cambio, en la cruz, ¿no es él el objeto único de la ofensa, ofensa al Hijo que es
por ello directísima ofensa al Padre, y así lo siente Jesús en la cruz: que es
su Padre más que él el máximamente ofendido, y debe ser por tanto el Padre
quien perdone a quien daña al Hijo y porque el Hijo se lo pide? Y, desde otro
punto de vista, al sentirse Jesús abandonado por el Padre (“Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?”), ¿no siente que le abandona también la autoridad
para perdonar, que deja en manos de su Abbá (“Padre, a tus manos encomiendo mi
espíritu”)?
Y otro apunte: ¿No queda Jesús, en tanto que sujeto que sufre toda la
ofensa (pasión), despoderado para ser el sujeto que la perdone (acción), pues,
crucificado, Jesús es sólo pasión y en absoluto acción?
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Para eso he salido
“Todo el mundo te busca”.
Él les responde: “Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar
también allí; que para eso he salido” (Marcos 1, 38).
Sí, de un pueblo a otro pueblo, y así siempre. Y es que todos, todos te
buscan. Y tú sales en busca de todos.
lunes, 26 de noviembre de 2012
sábado, 24 de noviembre de 2012
Zaqueo 2
¿Fue
al verlo sentado en la rama del sicomoro con su rostro curioso y expectante, hasta alegre, cuando
Jesús decidió que comería en su casa? ¿O lo decidió antes, al ver una cabeza que
aparecía y desaparecía tras la multitud, como si alguien estuviese saltando?
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