Treinta y cuatro años después nos reencontramos.
Me había olvidado de su manera de ser pero no de su cara, que continuaba siendo
la misma. Debido a la fibromialgia, la insuficiencia respiratoria y unos
cuantos perejiles más, usaba un scooter para desplazarse. Yo quise saber cuánto
aguantaba de pie. Me lo dijo pero no la entendí muy bien y se lo volví a
preguntar. Aquí le salió un medio bufido PeroTíoPonAtención y me lo explicó
otra vez. Entonces sí, vino a mi recuerdo cómo era: más buena que el pan por un
lado y todo un carácter por el otro, lo cual resulta una perfecta combinación.
2 comentarios:
Oh, sí. Es una perfecta combinación; conozco alguno así. (Y no pienso poner "alguno y alguna" así porque es un error).
Saludos.
Saludos.
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