Aunque reconozco que es una actriz muy buena, aún
no le tengo cogido el punto a Anne Hathaway. Sus ojos inmensos (a este
respecto, pertenece desde luego a la categoría actriz-ojos, en la que están
Bette Davis, Susan Sarandon, Charlotte Rampling, Jacqueline Bisset, Marisa
Berenson) me despistan y siempre me parece un poco extravagante. El caso es que
en la película El becario, de Nancy Meyers, está perfecta con un Robert
de Niro igual de perfecto en la que la química entre ellos funciona a la
perfección. Cuando una comedia neoyorquina marcha bien, como es el caso de ésta, te
tonifica tanto como te relaja, y te vas entonces a la cama la mar de contento.
Si tuviste un día inquieto este tipo de películas es ideal. Son simpáticas,
sentimentales, amables, sencillas, inteligentes. Solo o acompañado, para una
tarde de domingo o para disfrutar por la noche, al verlas te dan ganas de irte a
Nueva York a vivir con su gente.
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