Asia, una perra, murió porque estaba vieja y enferma. Cuando mi sobrina Sabela, de cuatro años, me preguntó si estaba en el cielo yo le dije que sí. Los días pasaron y hoy me sorprendió con esta pregunta: "Asia es libre, ¿verdad?" "¿Cómo? No te entiendo". "Digo que es libre, que está en el cielo". "¡Ah, sí!"
No creo que supiese lo que decía, pero el caso es que su cerebro, sea como fuese, unió la idea del cielo con la de la libertad. Aunque todo fuese mera coincidencia lingüística y ella pretendiese decir Dios sabe qué, ¡qué delicia que de su boca saliese una verdad tan preciosa!
Si Asia está en el cielo, la estará gozando a pierna suelta.
Si Asia está en el cielo, la estará gozando a pierna suelta.
2 comentarios:
Solo decirte que pasaba por aqui y te dejo un saludo de una antigua compañera de cole ,me alegro de que te encuentres bien .Saludos Susi .
Gracias, Susi. Un saludo.
Suso.
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